Un par de días antes del 8M conversé para Zur con una compañera del Bloque Antirracista. Le pregunté sobre la experiencia del Bloque y del significado que le otorgan al encuentro entre feminismos y luchas antirracistas. Pude percibir una resonancia muy potente entre ambas luchas: la capacidad de producirnos incomodidad con sentidos que tenemos profundamente internalizados, y que sostienen privilegios.

“El Bloque Antirracista nace como dice una de nuestras compañeras por un sueño y una necesidad de armar un frente feminista antirracista y de protesta para el 8 de marzo. Con la finalidad de que nuestras cuerpas racializadas estén presentes, (…) Lo hacemos poniendo nuestras cuerpas en las calles con herramientas de percusión, con la música desde el toque, en marcha como forma de protesta”

Se juntaron para el 8 de marzo del 2020, pero luego continuaron las actividades, muchas como respuesta a la situación de pandemia. Sostienen una olla popular, armaron canastas de alimentos, repartieron sopas calientes durante el invierno, entre otras. La compañera del Bloque con quien conversé es una integrante reciente y las conoció en el reparto de sopa. En referencia a sus cualidades organizativas, destaca la horizontalidad y también la agilidad y rapidez con que se abordan los temas. Cuenta su experiencia, durante la pandemia, frente a una situación económica complicada. “Enseguida vinieron a preguntarme, no solo a mi sino a otras compañeras que estábamos en la misma situación. También estando muy atentas a compañeras migrantes. Se disponibilizan herramientas, apoyos de diferentes tipos. Nos apoyamos y sostenemos”

En las conexiones con las luchas y experiencias pasadas y actuales, hace énfasis en que el Bloque es parte de un largo trayecto que recorren junto a otras colectivas y toda “una historia ancestral de mujeres y disidencias en lucha contra el machismo”. Nosotras venimos a hacer la continuidad de toda esa historia. Un feminismo horizontal y de relato histórico” donde cada una aporta desde su experiencia y conocimiento particulares. “Cada historia de nuestras vidas tiene arraigada fuertemente las estructuras de poder y dominación, de machismo. Tanto en los movimientos antiesclavistas como en los movimientos afros contemporáneos existe machismo. De ahí que mujeres y disidencias tuvieron que apartarse y armar otra cosa. Y estos relatos históricos, que no son académicos, nos muestran que en cada vida de nosotras está presente el racismo y el machismo”

El Bloque lo integran personas indígenas, migrantes y afros. Es un encuentro entre personas racializadas. La pandemia afectó mucho la vida de las personas que lo integran. “En términos económicos ni que hablar, pero también vivimos una intensificación del fascismo que venimos viendo regionalmente. La prepotencia policial. En concreto nosotres sufrimos un atropello policial violento y muy fuerte en la Plaza Seregni. Luego de una actividad antirracista, con golpiza policial, en un día donde hubo varias razias en diferentes barrios. Pero ninguno tuvo la característica de éste, en ninguno se disparó o se golpeó a personas de esa manera. Con nosotres, las cuerpas racializadas, el aparato represivo de la policía se encarniza. Sufrimos esa violencia de manera diferente a las personas que no son racializadas. Eso se puede ver también en las poblaciones carcelarias, en la calle. Las personas blancas caminan con una habilitación que es muy diferente a la de nosotres. Y eso es histórico, es regional y mundial (…) Sentimos que se ha intensificado, como lo que pasó en la Seregni no recuerdo haya pasado así. Ahora en cima nos encontramos con la LUC, que afecta a toda la población pero como decía a nosotres nos afecta particularmente. Uno de los artículos habilita los desalojos exprés. Bueno ¿Quiénes somos las que habitamos las periferias? Somos los cuerpos racializados, además de la pobreza hay un corte étnico-racial. ¿Sobre quienes recaerán todas las medidas represivas de la LUC? ¿Quiénes poblarán las cárceles? En ese sentido también nos vemos afectades (…) Con nosotres la policía es mucho más violenta. Si vas con otras compañeras, el policía siempre va a apuntar primero a vos, a vos te va a pedir primero la documentación, a vos te va a poner primero contra la pared, a vos te lleva sola en un patrullero y les otres van juntes. Todo eso nos pasa. Es un hilo de detalles que es el hilo del racismo que teje toda esta estructura capitalista”

El Bloque participa activamente del Tejido Feminista 8M, espacio desde donde se organizó la marcha de este año en Montevideo. El encuentro con otras colectivas no es sencillo, también se dan tensiones. Habitan en los espacios actitudes y sentidos racistas. “No es que las personas sean racistas intencionalmente, a no ser en algunos casos muy puntuales. Pero lo que cuesta mucho es entender que el racismo está internalizado. Nacemos en un Estado que es racista, la educación es racista, la salud es racista, la universidad es racista. Entonces las producciones de subjetividad tienen esa particularidad. A las personas les cuesta mucho sentirse reflejadas con algo que les incomoda. Nosotras muchas veces invitamos a esa incomodidad. A sentirse incómodas con el racismo. Y cuesta, nos cuesta mucho estar activando con personas blancas en donde esta subjetividad esta encarnada. Con todos los tipos de hegemonías, con las raciales, lo sexista, lo clasista, siempre es necesario reconocer el espacio desde donde habitamos el mundo para poder desarmar opresiones y generar caminos de libertad”

Las referencias históricas de los movimientos también están atravesadas por el racismo. “Las feministas reconocen como un inicio del feminismo a las sufragistas, donde fueron muchas mujeres blancas en épocas esclavistas donde nuestras cuerpas no tenían participación en esa lucha, invisibilizadas en su esclavitud. Esas historias no quedan en el pesado sino que repercuten en el presente y se manifiestan en múltiples violencias. Como por ejemplo la invisibilidad de vivir en un mundo capitalista y racista donde quienes nos vemos más afectadas somos las personas racializadas, personas afros e indígenas. Y para nosotras el feminismo no escapa de esas violencias, a esa invisibilidad. Entonces en cada encuentro, en cada espacio estamos en lucha, para que podamos tener un feminismo que se aleje de esas formas hegemónicas y esas estructuras de poder”

Producir incomodidad con la forma en que se internaliza en nuestras vidas el racismo es uno de los puentes potentes que encuentran con otras compañeras feministas. “Cuando hablo con compañeras, hago esa comparación, para que entiendan nuestra postura con el racismo. Es lo mismo que nos pasa a nosotras, a nosotres, cuando queremos hablar con varones cis sobre el machismo. Esa negación que sucede es lo mismo que pasa con el racismo desde la blanquitud. Es un encuentro dificultoso, pero no nos damos por vencidas. En cada instancia que vamos lo sentimos, en el lenguaje, en nuestra invisibilización. En algún punto, algunos movimientos van siendo más consientes, y bueno aparecemos en un afiche, donde no solo haya mujeres blancas y delgadas. Es como muy de a poco y es por nuestra lucha. Como todo sistema opresivo, quien está en lugar de hegemonía no cede, no baja. Ah es dificultoso… Pero en esa andamos, incomodando y buscando aliades”

Quienes quiera contactarse con el Bloque Antirracista lo pueden hacer a bloqueantirracistasuy@gmail.com y para apoyar la Olla popular en la que estuvieron participado compañeras del Bloque comunicarse al 098160962

Fotos: Noe Abba