Pedalistas
El colectivo Radio Pedal surge en 2015, desde el inicio fueron entre 40 y 50 personas, arrancaron en un pequeño local en la calle Barrios Amorín, hoy gestionan con otros colectivos “Casa en el Aire”. Cualquier idea bien defendida va a ser bien recibida es una de las consignas que guía la vida colectiva pedalera. Una entrevista para festejar y agradecer el encuentro y la buena energía de cada miércoles, cuando vamos a Radio Pedal para hacer Desordenando Mundos
En la conformación de Radio Pedal (RP) se cruzan muchas cosas, la participación como pasa siempre va fluctuando pero el número de personas (entre 40 y 50) y programas (10-14) se mantiene estable.
Pasa que de un grupo de cinco personas que hacen un programa, una se cuelga y pasa a hacer otras cosas en el colectivo, pega onda con otras y se arman nuevos proyectos. O se dedica a otra de las miles de tareas que hay en RP, que no necesariamente implican hacer un programa de radio.
En abril del 2015 se hace la primera reunión general abierta, en el sótano del Bar Andorra, y pese a que el impulso corresponde a unas 14, en esa primera instancia asistieron 35 personas. Provenían de diversos ámbitos y se compartía una disconformidad con los medios de comunicación y con la necesidad de tener un espacio desde donde generar otro tipo de contenidos, los espacios que existían no lo satisfacían. Un espacio que se maneje de manera horizontal, donde pueda haber una radio y donde se puede ir y llevar propuestas. Una de las consignas que tuvieron desde el comienzo: “cualquier idea bien defendida va a ser bien recibida”.
Dejaron de ser solo una radio inmediatamente, a los dos minutos de empezar como colectivo. Trabajan mucho los vínculos para intentar que se den de la manera más sana posible, pese a la rotación, por lo general la gente sigue vinculada.
Alejandro es del grupo fundador, pero Noelia y Sanfer se sumaron en otros momentos. Noelia participa de la primera reunión del colectivo cuando se mudan a la nueva casa (Casa en el Aire, San Salvador y Martínez Trueba). Sanfer había participado de un programa en la primera etapa de la radio y luego en 2018 vuelve para aportar a la tarea de operador (en el influyente Sindicato Único de Operaderes de Radio Pedal)
Noelia recuerda la intensidad de sus primeros días, y la discusión en torno a dónde debería ir la cabina de la radio. Comenta que se enamoró del colectivo, por su receptividad y dinámica. El trabajo colectivo y la división en grupos para el trabajo permite que se integre más gente. La apertura es otra de las cualidades que destaca “nadie está en un espacio si no tiene ganas o no puede aportar”.
Sanfer cuenta que cuando volvió en 2018, lo había pensado “más egoístamente” pues quería retomar el contacto con la tarea de operador de radio, pero desde allí no se fue más. El vínculo con la gente que habita la radio no lo deja.
Siempre fue una preocupación pensar la radio de manera extendida, cuentan de las primeras experiencias de transmisión de programas fuera de estudio. Uno de los programas fundadores de RP fue “Monos con Gillette” que hacían jugadores de Miramar Misiones desde la cantina del club. Fue una experiencia muy buena, porque pudieron hacer algo que tenía costo cero, pero con unas repercusiones espectaculares. Y así se fueron animando a hacer transmisiones desde otros lugares, pudiendo superar la restricción del primer estudio de la calle Barrios Amorín. Todo la radio -en ese momento- ocupaba una pieza de 7×3.
Alejandro comenta que para él fue una muy buena experiencia invitar a “gente que no es de radio a hacer radio” dándole los piques básicos. Esto permitió moverse de los formatos tradicionales. Cuenta la experiencia del colectivo Polenta y su creatividad para hacer radio. Cosa que le “partió la cabeza”. También destaca otras experiencias como las de Payasos Medicinales. “Gente con cero experiencias en radio me dio unos cachetazos. Y yo haciendo el formato más cuadrado, que incluso es lo que me sigue saliendo hasta hoy”.
Noelia destaca que la radio es una herramienta barata que permite que sin muchos recursos puedas hacer cosas y hablar de las cosas que tenemos ganas.
Desde el comienzo intentan promover al espacio de RP como una escuela, “un lugar donde no te dieran por la cabeza cuando te equivocas”, lo que sucede mucho en los medios comerciales. Un lugar para equivocarse, probar y experimentar. Eso nos abrió el abanico a un mundo maravilloso. “Muchas veces decimos, ojalá hubiese existido hace 10 o 15 años un lugar como RP, donde experimentar con tranquilidad y no sentir la presión de hacer las cosas bien, o como determinadas personas piensan que es hacer las cosas bien”
La mudanza a la nueva casa, mucho más grande, significó la posibilidad de correr el techo y pensar nuevas cosas. RP impulsa y habita “Casa en el Aire” con otros colectivos, que aportan para mantener económicamente el espacio. “Mudarnos fue la inconsciencia más grande que pudimos hacer como colectivo. Si la pensábamos bien capaz que no lo hacíamos. Quintuplicamos los costos fijos”. Pero era necesario, en el viejo local tenían problemas para realizar las asambleas y juntar a todxs. También el vínculo con los vecinos, el local era una limitante fuerte. Son parte de Casa en el Aire, además de RP, los colectivos Catalejo, Boniato, Pal Taller y la cooperativa Subte. Pero también funcionan coros, el colectivo Jóvenes por la Memoria, y cosas más transitorias como el Mercado Popular de Subsistencia, grupos de teatro y reuniones varias. Así, fueron ampliando vínculos y actividades y a pesar de que la experiencia muestra que se puede crecer, dicen que es muy importante sostener los diferentes proyectos y disfrutarlos, no volverse locos.
En Casa en el Aire pasan cosas no programadas. Noelia cuenta la experiencia de cobertura de las últimas elecciones. Sin planificarlo, mucha gente fue a esperar los resultados a la puerta de la radio. Lo sienten como una devolución de las redes que se van tejiendo, “la gente vuelve”. “Siempre te encontrás con gente amiga que alguna vez vino a un programa y quiere volver, les gusta el espacio y la energía que hay”
Consultados por cómo ven el espacio de la comunicación alternativa o no comercial, contaron que lo discuten bastante, de todos los apellidos que andan en la vuelta no se sienten necesariamente identificadxs por uno en particular. Noelia comenta que no piensan tanto la forma tradicional de la comunicación militante, en términos contra hegemónicos, de contrapeso a otro. La apuesta es “construir nuestra propia identidad” y no en función de lo que el otro hace sino de lo que a los integrantes del colectivo les interesa. “Estos son los temas que nos interesan y son los que ponemos en nuestros contenidos, lo pensamos más así”. Han perdido el miedo a expresar su posición política como medio de comunicación. Entienden que militancia y periodismo no tienen porqué ser esferas separadas sin conexión ni contaminación “podemos tener una posición política clara y podemos hacer comunicación sobre el mismo tema. Trabajar desde esa sinceridad nos genera credibilidad. No nos camuflamos tras la imparcialidad, no creemos en la imparcialidad, somos personas que tenemos opiniones e incluso dentro del propio colectivo hay opiniones diferentes sobre un tema y también podemos tener posiciones rígidas y firmes frente a determinadas coyunturas”.
Ven el panorama de los medios alternativos -o como se les quiera llamar- súper rico y alentador. Hay un crecimiento grande en ese sentido, y ven con mucho entusiasmo la no competencia entre experiencias, “nos tendemos brazos, manos y ayudas constantemente”, y esto sucede tanto con experiencias uruguayas como de la región. Cada quien desde su particularidad y perfil puede potenciar el espacio de la comunicación alternativa sin necesidad de un medio dominante. Una potencia de la multiplicidad.
Como colectivo mixto, a partir de la movida feminista, han problematizado las formas de funcionamiento, la integración de los equipos, las responsabilidades. Y cómo el machismo y el sexismo les atraviesa, en términos prácticos y concretos. Reconocen que en el propio colectivo de RP, como en el resto del movimiento, conviven varias formas de feminismos y lo entienden como una fortaleza.
Con las organizaciones sociales -en general- siempre intentan tender la mayor cantidad de lazos posibles, tomando siempre los recaudos necesarios. Sobre todo porque -comúnmente- se simplifica la pertenencia política de la gente que está en las organizaciones sociales “el zurdaje, es todo frenteamplista. Y RP está muy lejos de considerarse frenteamplista, de considerarse desde cualquier ista. RP es súper independiente, milita mucho la autonomía”. Pedalistas. Eso no les inhibe de expresarse -por ejemplo en un comunicado sobre determinado tema- cuando lo entienden pertinente, con otras organizaciones que tengan una bandera política clara.
La preocupación política también está presente en las formas que eligen para contar lo que sucede, desde que perspectiva, lo que les lleva a intercambiar mucho entre ellxs cuando arman algún material.
Cuando les invitamos a la entrevista, pedimos que elijan dos canciones. Noelia eligió “Movimiento social deseo” de Sara Hebe, para dar cuenta de la “fuerza del trabajo colectivo que tenemos en la interna y de generar redes. Y en ese camino, de hacer visible lo invisible, no perder la alegría”. Alito, eligió “Caleta Vargas” de Chico Trujillo, por haber sido el primer tema que sonó en radio pedal, un 26 de octubre del año 2015 a las cero horas. “Estábamos en el local de Barrios Amorín, con parrillero en la puerta, local chiquito, toda la gente afuera, con un parlante, los programas iban pasando y se presentaban. Un momento súper emocionante, súper lindo, que lo recordamos con mucho cariño y ese fue el tema cortina que se usó para que todos los programas salieran al aire”.
Entrevista completa: