8M: masividad y radicalidad
Fotorreportaje de Martín Villarroel Borgna para Zur.
Habitamos un tiempo de rebelión feminista que combina masividad y radicalidad. En Montevideo más de 300 mil mujeres volvieron a marchar. Pero si sumamos las movilizaciones que se multiplicaron en capitales y pueblos del interior, el impacto del 8M es capilar. Atraviesa espacios de trabajo, familias, organizaciones sociales y políticas, colectivos culturales y artísticos, vecinas, grupos de amigas, todo. En torno al 8M nada permanece como está, se conversa en los almuerzos, en el ómnibus y hasta en los programas deportivos. La onda expansiva nos conmueve, nos interpela, nos cuestiona. Con el 8M repensamos casi todas las experiencias vitales, los amores, las crianzas, los trabajos, los barrios. En las luchas feministas, nos transformamos la vida.