Mayo 1968-2018, continúa en Francia la lucha social
Huelga de ferrocarril, universidades ocupadas, militarización de tierras tomadas: así se conmemorarán los 50 años de Mayo 1968 en Francia.
Tras el anuncio del Gobierno francés este 17 de enero sobre que iba a renunciar al proyecto de aeropuerto de Notre-Dame des Landes -mientras se estaban desarrollando negociaciones frente al futuro de estas tierras-; el 9 de abril la Policía empezó una operación de desalojo de la Zona A Defender -ZAD.
A las 3:30 de la mañana 2.500 miembros de la fuerza pública entraron en fuerza en este territorio donde están viviendo cerca de 250 personas en una ocupación de tierras que lleva 11 años. Ecologistas y campesinos viven allí para oponerse a “uno de esos grandes proyectos liberales que no consideran la vida local sino el interés del mercado”, según los comunicados de la ZAD.
El Gobierno afirma que como no se construirá el aeropuerto, la zona debe ser desocupada y volver a “la normalidad” lo cual no es otra cosa que seguir las leyes y normas europeas de agricultura.
Quienes allí habitan argumentan que ellos están ahí desde mucho tiempo y que, por ende, han desarrollado varios proyectos productivos, de viviendas y una forma de convivir que quieren seguir manteniendo.
El Gobierno dio un plazo a la gente para presentar proyectos agrícolas individuales siguiendo las normas europeas. Algunos de los habitantes no tuvieron tiempo hacerlo, otros los han presentado y unos terceros tenían proyectos agrícolas de carácter individual como pequeños campesinos.
Para estos últimos es muy complicado cumplir las normas europeas y vivir vendiendo su producción en el mercado clásico. El campesinado en ese continente sobrevive gracias a las subvenciones públicas, por eso en Europa hay menos campesinos cada día.
El desalojo organizado por la Fuerza Pública tuvo dimensiones de operaciones de guerra. Impidieron a los periodistas entrar en el territorio, dispararon cantidades de gas lacrimógeno y lanzagranadas antidisturbios de pelotas de goma flash ball. El saldo fue de 80 pobladores y 10 policías heridos (cuatro policías se hirieron entre ellos).
Como resultado se destruyeron las casas y las construcciones agrícolas, tumbaron las instalaciones eléctricas y mataron a los animales. Todo lo que a estos pobladores les había costado 11 años construir.
Esa operación desató una gran ola de solidaridad fuera de la ZAD. Personas se movilizaron hacia allí desde el 10 de abril y otros hicieron acciones de apoyo en su región. Varios medios de comunicación expresaron su sorpresa frente a esta operación de desaloja cuando el proyecto está cancelado y denunciaron la violencia de la policía hacia las personas y la destrucción de las instalaciones.
Dentro de los desmesurados destrozos, la Policía tumbó una finca que se estaba normalizando de acuerdo a las normas establecidas por el Estado. La Commission de la Carte d’Identité des Journalistes Professionnels -Comisión de la Acreditación de los Periodistas Profesionales, CCIJP- y el Syndicat national des journalistes -Sindicato Nacional de Periodistas, SNJ-, asociaciones de periodistas francesas, denunciaron en un comunicado el 12 de abril que miembros de la policía utilizaron brazaletes de prensa en medio del operativo a manera de infiltración en la zona.
La operación fue oficialmente suspendida el viernes 13 a las 10 de la noche pero el sábado la Policía estaba otra vez disparando gases, según se ha denunciado en redes sociales.
Los habitantes han llamado a dos grandes manifestaciones durante este fin de semana. La primera frente a la Alcaldía de Nantes (capital de la región) y la segunda para hacer un recorrido en el territorio y reconstruir casas e instalaciones destruidas en las fincas. “Una casa tumbada, dos construidas”, reza la convocatoria.
2018 Estudiantil
Este año las universidades entraron en paro. Cuatro de estas instituciones en ocupación total durante último mes y como parte de las movilizaciones contra una reforma del proceso de selección. La universidad pública en Francia es gratuita pero los recortes presupuestales y las últimas reformas han dificultado el acceso a ella, favoreciendo a las clases sociales más altas.
El Presidente francés, Emmanuel Macron, ha intervenido públicamente para minimizar el movimiento diciendo que son unos “agitadores profesionales” y advirtió a los estudiantes que en temporada de exámenes deberían estudiar pues sus evaluaciones “no serán de chocolate”, como una burla contra el movimiento.
Estas protestas llevan meses pero es el desalojo por personas encapuchadas con el apoyo de la Rectoría de la Universidad, en la ciudad de Montpellier, a fines de marzo avivó el descontento.
Este jueves la famosa Universidad de La Sorbonne -teatro del Mayo del 68- fue desalojada a la fuerza. Una profesora denunció que la seguridad de la Universidad la sacó a la fuerza de su oficina, destruyendo su computador e hiriéndola. Algunos profesores y profesionales de la educación se han sumado a las demandas estudiantiles.
Además de esos movimientos, los trabajadores de los trenes están también de huelga para protestar contra reformas liberales. Sectores de la salud y de la Educación Secundaria también se están movilizando.
Existe una gran agitación en Francia, un fuerte movimiento social en la calle que rechaza las políticas migratorias. La nueva operación militar en Siria también es otra de las causas de protestas.Sin embargo, el Gobierno afirmó públicamente que no iba a dejar que las protestas influenciaran sus políticas y optó por la solución represiva, llenando los periódicos de imágenes que recuerdan las de hace 50 años.
Todo parece indicar que lo que motivó el operativo de 2.500 hombres en la tierras de la ZAD y los violentos desalojos de universidades es que el Estado no quiere dejar pensar que fue derrotado al renunciar al proyecto de aeropuerto y que, además, no tolerará las protestas.