Hacer comunidad. Sexta compilación de notas
Hace unas semanas, cuando esto recién comenzaba nos propusimos compartir reflexiones críticas sin saturar. Aquí estamos, aquí seguimos, compartimos la sexta compilación con notas de Judith Butler, Keeanga-Yamahtta Taylor, la Sociedad de Amigxs del Virus, Santiago López Petit y Jérôme Baschet. Pueden enviarnos sugerencias para nutrir la próxima selección, tanto por redes sociales como por el correo zurpueblodevoces@gmail.com
Rastros humanos en las superficies del mundo. Judith Butler (25 de abril)
Si antes no sabíamos que compartimos las superficies del mundo, lo sabemos ahora. La superficie que toca una persona lleva la huella de esa persona, aloja y transfiere ese rastro, y afecta a la siguiente persona cuyo toque aterriza allí. Las superficies mismas son diferentes. El plástico no mantiene el rastro por mucho tiempo, mientras algunos materiales porosos claramente sí. Algo humano y viral permanece brevemente, o por más tiempo, en una superficie que constituye uno de los materiales de los cuales está compuesto nuestro mundo en común.
La plaga negra Keeanga-Yamahtta Taylor (25 de abril)
La activista y docente universitaria doctorada en estudios afroamericanos analiza cómo afecta el coronavirus a las comunidades negras en Estados Unidos.
Sociedad de amigxs del virus: Volumen 1
La primera entrega de la Sociedad de amigxs del virus consta de tres partes: Primera, Querido Virus; Segunda, Virus Americano; Tercera, (Más allá) de la huelga humana.
«Querido Virus, Queríamos escribirte este comunicado a modo de breve nota de agradecimiento. A nuestros congéneres humanos en este planeta, semejante gesto les parecerá una traición, puesto que en este mismo momento has sido declarado enemigo de la humanidad. Desde los sucesos del 11 de septiembre no había existido tal unanimidad, tal propagación del miedo, tal construcción acrítica de un enemigo para transferir aún más poder a los Estados y exponer nuestros más íntimos (personales e impersonales) detalles/hábitos a su observación, vigilancia y determinación»
El coronavirus como teatro de la verdad Santiago López Petit (26 de abril)
¿Y si parar (relativamente) el mundo, si ridiculizar al poder, solo pudiera hacerse cuando la muerte se convierte en desafío? Sé que esta pregunta es extemporánea. En el marco de los debates actuales: la economía o la vida, la adopción o no del control y la vigilancia como prácticas habituales etc. incluso parece absurda. Pero el esfuerzo del concepto es medirse con lo delirante, y si es necesario, inventar conceptos también delirantes. Nunca el Estado, mejor dicho, nunca tantos Estados se han hallado en una situación a la defensiva como la actual ¿Quién podría negarlo?
¿Qué es lo que estamos enfrentando? Jérôme Baschet
Muchas preguntas y algunas perspectivas en tiempos de coronavirus. Bien puede decirse que el Covid-19 es una enfermedad del Capitaloceno, que nos hace entrar de lleno en el siglo XXI. Por primera vez, nos hace sentir de manera tan aguda y tangible la verdadera amplitud de las catástrofes globales que van a marcar los tiempos por venir.
Pero falta entender con más precisión lo que nos está pasando, tanto en lo que se refiere a la epidemia provocada por el SARS-CoV-2 como a las políticas sanitarias adoptadas para frenarla, al precio de una parálisis impresionante de la economía. Sin esos requisitos, no habría cómo identificar las oportunidades que podrían abrirse en circunstancias tan inéditas. No hay nada asegurado. Atrapados en el remolino de las noticias, cada día más sorprendentes o desconcertantes, uno titubea. Muchas veces, no logramos creer ni lo que vemos ni lo que escuchamos, ni nada de lo que sentimos. Más vale admitir que las certidumbres vacilan, al igual que muchas hipótesis previas. Sin embargo, hay que empezar y tantear algo, aunque sea provisoria y parcialmente, mientras esperamos que elaboraciones colectivas más afirmadas tomen el relevo.