¡Que se vayan todos!
En los últimos días miles de personas se movilizaron en las calles de Asunción y otras ciudades paraguayas ante una situación sanitaria y económica crítica.
Para conocer más detalles de lo que está sucediendo Zur conversó con Cira Novara, referente de las ollas populares y solidarias de Asunción, quien nos relata que el sufrimiento del pueblo paraguayo es de larga data “Nosotros hemos tenido una dictadura que duró más de 30 años y eso caló profundamente en la economía, en lo social, en lo cultural en la destrucción ambiental y eso más que solucionarse todas esas problemáticas se fueron agudizando con el paso de estos 30 años de finalización de la tiranía stronista”.
En ese marco y con el contexto de las restricciones por el coronavirus, la situación económica y social del país se agravó aún más, golpeando muy fuerte a gran parte de la población, “con la pandemia la falta de protección y atención del gobierno, sobre todo a los sectores populares, que se quedaron sin acceso a la alimentación, sin poder trabajar porque todo fue paralizado y fue la lucha popular, sobre todo de las mujeres la que logró que se tengan las ollas populares que en este 16 cumplimos un año de lucha.”
A su vez, los despidos masivos que se dieron en todo el territorio del país junto a la suba del boleto, las dificultades en la educación que en su traslado a la virtualidad incrementó la desigualdad reinante, ya que por ejemplo, el 81% de los niños y adolescentes en edad escolar no cuentan con conexión a internet en sus viviendas sumado a la caótica realidad sanitaria han provocado la indignación popular en un nuevo Marzo Paraguayo. “Lo que detonó ahora es la crítica situación de la salud, las familias que tienen familiares internados no tienen medicamentos, sin embargo se hizo un préstamo de 1600 millones de dólares que se esfumó entre comillas porque no sé destino a la compra de medicamentos, de insumos o equipamiento de hospitales y colapso definitivamente. La gente empezó a protestar, a plantear sus necesidades por las redes sociales contando su triste realidad de que están gastando lo que tienen para poder comprar los insumos y medicamentos de sus familiares enfermos”
La renuncia del ministro de salud Julio Mazzoleni el pasado viernes 5 no calmó el hartazgo popular “y la gente salió a las calles y fue realmente muy interesante la movilización que se inició porque mayoritariamente salieron los jóvenes, varios sectores sociales y políticos también se unieron, pero es la ciudadanía oprimida la que salió a las calles.”
“El primer día hubo una fuerte represión con balines de goma y gases lacrimógenos, carros hidrantes, caballos y no se iba la gente, se quedó en las calles y se sumaron movilizaciones en otras ciudades grandes como Encarnación, Ciudad del Este, Villarrica y otros lugares que se siguen sumando y se siguen movilizando. Ayer también hubo una fuerte represión pero la ciudadanía está identificando claramente quiénes son los responsables de toda esta esta violencia contra el pueblo, porque es violencia no acceder a salud, a educación totalmente destruida, el sistema de transporte público, el no acceso a la tierra y por eso la consigna es que se vayan todos, que se vayan todos y que se devuelvan lo robado.”