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Ante la clausura de la cantina del Club Victoria

2 septiembre, 2024

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Ante la clausura de la cantina del Club Victoria

Compartimos comunicado de la Biblioteca Popular Cina-Cina ante la clausura de la cantina del Club Victoria en Jacinto Vera


A nuestra comunidad;

Ante la reciente clausura de la cantina del Club Victoria, que es nuestra casa desde que comenzamos a funcionar y habiendo estado comprometidos con su vida diaria, pensamos que es momento de pronunciarnos.

Nos interesa pensar esta clausura en el marco de un proceso más amplio que está viviendo nuestro barrio, como tantos otros de Montevideo y el mundo. Más allá de las circunstancias puntuales, hay cosas que vemos todos los días, como la promoción de la zona “Nuevo Centro” (asociando el barrio al consumo y al confort), la suba de los precios del alquiler, el asfaltado de los adoquines o el tráfico cada vez más intenso de nuestras calles, que también se relacionan a la clausura. Hablamos de un proceso llamado “gentrificación”, donde barrios y pueblos sufren pérdida de identidad y cambio forzoso de sus habitantes.

En ese marco barrios como el nuestro, con una historia y forma de vida populares (con asados y mateadas, clubes, música, comparsas, fogatas y murgas) comienzan a ser domesticados para parecerse más a zonas residenciales o barrios privados. Es más fácil vender lugares silenciosos y ordenados, en los que ni se sepa quiénes son lxs vecinxs, donde “nadie nos moleste” o pida algo, donde el entretenimiento sea dentro de casa o para quienes puedan pagarlo, donde sólo pensemos en trabajar y consumir, dónde ante el primer inconveniente llamemos a las autoridades.

En este sentido nos preocupa como se van rompiendo los canales de comunicación que tenemos, vemos cómo los problemas de convivencia (siempre esperables dentro de una zona donde hay distintas edades, intereses y grupos) se intentan solucionar con lógicas punitivistas, de denuncia y represión. En lugar de acercarse a preguntar o incluso a quejarse, se pide la intervención del Estado para que saque o quite a quienes “molestan”, o a quien simplemente es diferente.

Es así que vemos como el rol del Estado, particularmente con esta clausura, termina siendo mayormente punitivo, priorizando a grupos de vecinxs que, aunque son pocos, actúan de acuerdo a la lógica del poder, del “orden” y las “buenas costumbres”. Reconocemos obviamente el derecho a descansar de todes, pero, ¿esta es la única solución? Nos preguntamos, por ejemplo, ¿Las reglamentaciones y habilitaciones deben ser las mismas para la cantina de un club social que para una empresa con capital? ¿Hay ámbitos reales para discutir estas cosas? ¿Son capaces de castigar de igual forma al gran capital o solo se abocan a darles beneficios? ¿O se imaginan a la intendencia clausurando el Shoping, en ves de exonerarles mas y mas impuestos?

Por otra parte, no debemos minimizar el rol que juega la cantina en nuestra comunidad. Lejos de los discursos moralistas, la cantina es a demás de un negocio local, un espacio de contención social y mental para muchas personas de la vuelta. En un Montevideo desbordada de problemas de salud mental, cerrar estos espacios, es cerrarle un lugar donde personas se banca la cabeza diariamente. Con el cierre de la cantina, nos aíslan un poco mas y lentamente siguen homogeneizando nuestra vida al ritmo del capital. ¿A donde van a parar la gente que habitaba ese espacio? A la esquina, a los bien vistos boliches del centro o a encerrarse en la casa.

Es importante también señalar que el Club no fue cerrado en su totalidad y sigue dando lugar a los más diversos grupos para poder reunirse, conversar, estudiar, divertirse, cantar y bailar. No es fácil darle lugar a tanta gente. ¿A dónde irían sino? Es importante en este momento, que el barrio abrace al Club, que no lo deje vacío, que entre y demuestre que el Club Victoria es la casa de esta comunidad.

Por último, recordarnos que no es la primer clausura del Club, las hemos visto en otras circunstancias y con otras personas implicadas, necesitamos ver más allá de los dolores personales y los enojos del momento. El Estado ya ha intentado terminar con la solidaridad organizada en este barrio. Es necesario concientizarnos de que el problema del Club no es sólo del Club, es de todo nuestro barrio y también del mundo; estamos disputando cómo queremos vivir nuestras vidas contra fuerzas que sólo promueven el individualismo, la apatía y el desinterés por lxs otrxs, al tiempo que persiguen nuestro modo de ser. Hay apuntar bien arriba cuando busquemos a los responsables políticos y económicos de este proceso, sin que ello implique dejar de ser autocríticos para ver y corregir nuestros errores. Acá la lucha continúa, resistimos y resistiremos ante los avances de la opresión y gentrificacion en el barrio!

 

Biblioteca Popular Cina-Cina. Agosto 2024.

 

Muchachas, muchachos,

a la rueda rueda

que en mi pecho tengo

toda la música de la tarde

y una alegría azul, que tiñe mis pupilas.

 

Muchachas, muchachos,

a la rueda rueda.

Que vuestra sea la calle

y toda la vereda.

Líber Falco