La resistencia feminista contra el extractivismo y las derechas fascistas se acuerpó en el litoral argentino. A orillas del río Paraná se levantó el 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersex y No Binaries, entre el 21 y el 24 de noviembre de 2025.

El Encuentro nació en 1986 como Encuentro Nacional de Mujeres y reunió a feministas para debatir sobre la participación política tras la dictadura, el aborto y la violencia. Con el paso del tiempo, se fortaleció su carácter federal, diverso y plurinacional. Funciona como un espacio federal que, año tras año, reúne a miles de personas en las calles de distintas ciudades de Argentina. 

En más de 116 talleres y asambleas, los feminismos y transfeminismos nos encontramos para construir estrategias, herramientas y futuros, de frente al saqueo y la crueldad de la ultraderecha. ¡Ante el fascismo de Milei y Villaruel, nos organizamos!

En el Parque Camba Cuá de la ciudad de Corrientes se realizó la asamblea sindical feminista y la asamblea de trabajadoras de prensa. Allí surgió la urgencia de potenciar las herramientas sindicales y el rol del movimiento feminista ante los proyectos de reforma laboral y previsional, y frente a la profundización de la feminización de la pobreza. 

Les trabajadores de la economía popular remarcaban la invisibilización del cuidado como trabajo. Además de sostener merenderos y comedores, se cuida la casa y el barrio: hablamos de una triple jornada de las cuidadoras comunitarias. Las tareas de cuidado; crianza, asistencia, limpieza y acompañamiento siguen recayendo de forma desigual sobre las mujeres, tanto en sus hogares como en trabajos vinculados al cuidado.

“que la sangre sea vengada y la tierra recuperada”

“Agua ardiente, puntas o guanchaca, que las almas rebeldes se enciendan en llamas, que las balas contra el pueblo les lleguen a quienes las disparan, que la sangre sea vengada y la tierra recuperada”, fue parte de nuestro ritual de apertura de la asamblea de Abya Yala, que sucedió también en el parque Camba Cuá y que prendió el fuego del compromiso con las luchas del continente. Lizzette Sánchez Díaz evocó a su abuela Julia Chuñil, presidenta de la comunidad indígena Putreguel de Máfil, y denunció su desaparición y asesinato. Desde el Lof Winkul Mapu, María Nahuel y Luciana Jaramillo trajeron la defensa del territorio mapuche y denunciaron al Estado argentino, responsable del asesinato de Rafael Nahuel y que continúa reprimiendo a la comunidad. En ese marco, se denunció la detención del lonko Juan Pablo Colhuan. 

En este Encuentro se trazaron constelaciones de luchas que van del campo a la ciudad. Mientras el hambre crece en Argentina y el alimento se convierte en mercancía, las mujeres y disidencias en los barrios sostienen ollas y exigen que se declare la emergencia alimentaria. Desde el Movimiento Nacional Campesino Indígena se llevó adelante el primer taller de Agroecología y Soberanía Alimentaria, donde se señaló que la crisis alimentaria tiene entre sus causas la distribución desigual de la tierra, donde solo el 20% de las mujeres son propietarias de la tierra. Además, se remarcó el rol del extractivismo del agronegocio que convierte el alimento en mercancía: durante los talleres se hizo cuerpo la necesidad de una Reforma Agraria integral feminista.

Necropolítica: adoctrinar por la fuerza

Este año se registró una muerte por violencia de género cada 35 horas. Aun así, el gobierno desmantela las políticas y avanza sobre los refugios que los feminismos construyeron. La Marcha contra los Travesticidios, Lesbicidios y Transfemicidios recorrió las calles correntinas exigiendo justicia y pronunciándose contra las necropolíticas. 

En la marcha de cierre, las aguas feministas y transfeministas trajeron una corriente de más de 70 mil personas. Frente a la violencia y los discursos de odio,  las redes feministas montan lugares para la vida.

Córdoba será la sede del 39º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersex y No Binaries. En la elección de la nueva sede se postularon dos provincias: Córdoba y Buenos Aires. La comisión organizadora señaló que el mecanismo del “aplausómetro”, mecanismo mediante el cual se aplaude para elegir la sede del año siguiente, dio como ganadora a Córdoba. 

Esta elección estuvo marcada por tensiones, por un lado se señaló el empate de aplausos y, por otro, la postulación de CABA fue acompañada por organizaciones sociales y políticas cordobesas que indicaron que en la provincia no había consenso. La propuesta sostenía la importancia de que el movimiento feminista se haga escuchar en el centro del poder económico y mediático, donde se gestan las políticas de odio.