Uruguay

Brotan discursos conservadores sobre el agua: de la escasez a la “fuente infinita”

22 marzo, 2023

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Brotan discursos conservadores sobre el agua: de la escasez a la “fuente infinita”

La confianza ciega en la tecnología para la solución de problemas ambientales, la lluvia de iniciativas privadas de obras de agua y saneamiento en medio de una sequía gravísima anuncian la emergencia de una narrativa conservadora que minimiza la crisis actual, deposita las (falsas) soluciones en el sector empresarial y cancela cualquier horizonte de transformación de la relación con la naturaleza.


La instalación de un gobierno conservador luego del cierre del ciclo progresista en Uruguay ha estado acompañado con la emergencia de una nueva narrativa en relación al agua. Al tiempo que se abona el relato de la “escasez de los recursos hídricos”, en medio de una de las crisis hídricas más graves de las últimas décadas, promotores privados llevan adelante iniciativas para potabilizar agua del Río de la Plata.

Llamada la nueva “fuente infinita” de agua, tanto por jerarcas de OSE (el ente público de agua potable), como por el propio Presidente de la República, esta nueva narrativa cornucopiana ha generado fuertes resistencias populares y ha puesto en foco la discusión en torno al agua como un recurso o como un bien común.

Guillermo Foladori definió como cornucopianos (1) a los exponentes de una corriente de pensamiento sobre la cuestión ambiental que se caracteriza por negar la existencia de una crisis ambiental global y plantear que solamente existen problemas ambientales para los cuáles existen soluciones tecnológicas que se abrirán camino cuando el mercado determine que la inversión que se requiere es viable para la sociedad.

En ese punto se encuentra precisamente la idea de instalar una planta potabilizadora de agua potable en el Río de la Plata, conocida como Iniciativa Privada Neptuno. Ha sido un consorcio de empresas privadas el que ha presentado la iniciativa ante el Estado, procedimiento avalado por el actual gobierno que le ha convertido en su buque insignia de política ambiental. La cuestión es que se trata de un emplazamiento -la zona de Arazatí, en el Departamento de San José- que no parece ser el más indicado por las condiciones de salinidad, por el carácter estuarino del Plata, y por la frecuente presencia de cianobacterias en la zona, producto de la actividad agrícola.

Se trata de una inversión histórica para el país, estimada en 300 millones de dólares, en un emprendimiento que será diseñado y construido por privados, quienes serán los principales beneficiados desde el punto de vista económico. Por otra parte, toda la población uruguaya se verá afectada directamente con el aumento de su tarifa del servicio de agua potable, por una falsa solución que si entra en funcionamiento requerirá otros embolsos millonarios para potabilizar agua con mayores niveles de salinidad o con toxinas de las cianobacterias.

Como ha planteado Eduardo Gudynas, la Iniciativa Neptuno puede constituirse en la “renuncia ambiental” del Uruguay (2), en el sentido de abandonar efectivas políticas de gestión ambiental en las cuencas de agua dulce. El saludo de bienvenida a la “fuente infinita” de agua es un doble movimiento, que incluye darle la espalda a los territorios que sufren los impactos sociales y ambientales del agronegocio. Esos territorios constituirán, en definitiva, una zona de sacrificio para que la riqueza hídrica del país sea acaparada por los empresarios del agronegocio.

No es sequía, es saqueo

Impugnando la idea de “escasez” de agua, los colectivos nucleados en torno a la defensa del agua y de la vida han instalado la consigna “no es sólo sequía, es saqueo” colocando en el centro la discusión acerca del patrón de acumulación vigente en el país desde la última dictadura militar. El debate evidencia además los efectos que toda la sociedad y el ambiente deben enfrentar como consecuencia del avance del agronegocio sojero, arrocero y forestal.

La zonas donde se han dado las situaciones más dramáticas de abastecimiento de agua potable para poblaciones están caracterizadas por procesos de cambio en el uso del suelo que se han dado de manera radical en las últimas dos décadas.

Los aportes de nutrientes y plaguicidas provenientes de las prácticas del agronegocio agrícola han contaminado gran parte de los territorios productores de agua, tanto por contaminación directa como por la saturación de fertilizantes que provocan floraciones de cianobacterias y aumentan los costos de potabilización y en algunos casos directamente vuelven imposible de potabilizar el agua.

En otros casos, la instalación de monocultivos en las nacientes de muchos cursos de agua han limitado seriamente la cantidad de agua disponible. La escasez aquí el es producto directo de una intervención en el ciclo hidrosocial que capta el agua para convertirla en riqueza de unos pocos empresarios en detrimento del acceso a un bien común, considerado en nuestra Constitución como un derecho humano fundamental, a partir de la iniciativa popular de Reforma Constitucional aprobada en el año 2004.

Colocar que se trata de una acción deliberada de saqueo de nuestras cuencas es el paso principal para asumir nuestro rol como protagonistas de la defensa del agua y de la vida para las generaciones presentes y futuras. Cambiar la manera en que producimos y vivimos no sólo es posible, es apremiante.

 

(1) Por la cornucopia o cuerno de la abundancia de la mitología griega. Foladori, Guillermo, (2001), “Una tipología del pensamiento ambientalista” en Foladori. G., & Pierre, N., eds., (2001), ¿Sustentabilidad? Desacuerdos sobre el desarrollo sustentable, Trabajo y Capital, Montevideo.

(2) Gudynas, Eduardo. La renuncia ambiental. Brecha. 27 de mayo de 2022. https://brecha.com.uy/proyecto-neptuno-renuncia-ambiental/