Cuando el luchador es acusado por los poemas que escribió en la cárcel
Hay militantes que son poetas y poetas que son militantes. Muchos de ellos son perseguidos y el Estado los mete en prisión. Este es un caso excepcional en que las pruebas de acusación son los poemas y sus dichos en el lanzamiento del libro «Entre rejas: antipoesía incendiaria».
En medio del frío y la neblina de la noche del 8 de junio, fue detenido el lonko mapuche Facundo Jones Huala, en la terminal de ómnibus de la localidad de El Bolsón, por la Policía Federal Argentina, sin orden judicial, que sólo fue presentada 40 horas después a los abogados. La condena de ayer, a 6 años de prisión e inelegibilidad, de Cristina Fernández ha ofuscado este proceso plagado de irregularidades.
Facundo Jones Huala, mayor de 6 hermanos, nació en Furiloche, localidad del Puelmapu, hace ya 38 años. Como weichafe participó de luchas por recuperación de tierras ancestrales de un lado y del otro de la cordillera de los Andes. En el Ngulumapu, participó de la lucha contra la instalación de una hidroeléctrica en el río Pilmaiken, en el sector del Wenuleufu, por una empresa escandinava. Fue, junto con la machi Millaray Huichalaf, que cumplió su pena en libertad. Como lonko y miembro de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) recuperó tierras usurpadas por el Estado argentino, ya ocupadas por la transnacional Benetton, que, solo en la región del río Chubut se apropió de 356 mil hectáreas, explota ganado ovino, planta pinos y tiene concesiones mineras. Fue preso por el Estado Argentino y deportado a Chile, donde fue juzgado y cumplió parte de la condena. Se fugó al Puelmapu, donde fue preso y nuevamente y deportado. Lo mantuvieron preso más tiempo que la pena que le fue impuesta, realizando diversas huelgas de hambre junto con otros presos políticos mapuche en la cárcel de Temuco y de forma individual. Durante ese último período, su hermano Fausto, agobiado, se quitó la vida. Al salir de la prisión y expulsado por el gobierno de Chile, volvió al Puelmapu, donde, el 2 de febrero de este año, lanzó Entre rejas, antipoesía incendiaria, en gran parte escrito en la prisión.
Durante el lanzamiento, en la pequeña Biblioteca Aimé Paine, en Furiloche, provincia de Río Negro, el lonko hizo una exposición sobre su libro y respondió preguntas sobre la cultura y la lucha mapuche. El colonialismo; las coincidencias con el militante y escritor martinicano Frantz Fanon; el autonomismo mapuche; la usurpación de las tierras por los Estados argentino y chileno, primero y la adjudicación de esas tierras a terratenientes y transnacionales; los sabotajes a la infraestructura del capital y las formas de lucha anticolonial fueron temas abordados durante el encuentro, que fue filmado.
El lanzamiento del libro coincidió con episodios de grandes quemadas en todo el Puelmapu, resultantes del cambio climático y de la acción criminal para favorecer al negocio inmobiliario, forestal y minero, que pretende cambiar el uso de la tierra. Las políticas de ajuste, con la consecuente retirada de recursos públicos para la prevención y combate a incendios también aportó a la expansión de focos incontrolables. Las comunidades mapuches y los demás habitantes de la región se autoorganizaron en brigadas para frenar esos incendios. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich, responsable por la prevención y combate a las quemadas, así como el gobernador de la provincia patagónica de Chubut Ignacio Torres, se apresuraron a apuntar a mapuches y brigadistas como incendiarios. ¡Justamente los que estaban apagando los focos!
La ocasión bastó para que el oportunismo de la ministra Patricia Bullrich y del gobernador Ignacio Torres acusara al lonko de apología del delito, sin cualquier denuncia formal. Al mismo tiempo en que el gobernador allanaba barbarizando lofmapuches en Chubut. Seis días después del lanzamiento del libro, el vocero presidencial, hoy alcalde electo de Buenos Aires, Manuel Adorni dio a conocer la inclusión de la RAM en la lista de las organizaciones terroristas, como una decisión del poder ejecutivo, cuando el procedimiento exige una posición del poder legislativo. Sin embargo, ningún proceso judicial fue abierto contra su militante más público, Facundo Jones Huala. Ante la preocupación manifestada por sus abogados, el gobierno confirmó que no había ningún proceso abierto contra él. Sin embargo, un mes atrás, el lonko fue convocado a una audiencia judicial en la que se le informó que estaba siendo investigado tras una acusación, pero que los cargos se mantendrían en sigilo mientras durase la investigación, y que habría una nueva audiencia el 12 de junio. No sólo él, sino también su madre fue objeto de trabajo de inteligencia, cuando el fin de semana pasado fue seguida por la inteligencia del Estado. Y la noche del día 8, sin acusación formal, 4 días antes de la anunciada audiencia, Facundo Jones Huala fue detenido sorpresivamente, cuando estaba aprontándose para volver al campo, donde está su domicilio. Fue trasladado a Furiloche, a una sede policial rodeada de vallas, frente a las cuales se postó su mamá.
Hoy fue realizada la audiencia que debía ser pública y no lo fue. En ella se expusieron las acusaciones de “intimidación pública, incitación a la violencia colectiva, apología del crimen y asociación criminal”, acogiendo la denuncia de la ministra Patricia Bullrich. El juez de Bariloche Ezequiel Andreani dictó la prisión preventiva por 90 días, para la que el lonko será trasladado a la cárcel de Rawson, a más de mil kilómetros de donde vive su familia.
Ayer, durante la movilización contra la proscripción y encarcelamiento de la expresidenta, una señora mayor fue entrevistada en la calle por C5N. Ella dijo: “la situación es muy grave, encarcelaron al lonko Facundo Jones Huala, de aquí, ¿y sabe por qué?”. No esperó la respuesta de la reportera: “Él escribió un libro”. Esta señora entendió el tamaño de la barbarie del Estado argentino. Las poesías no sólo han sido tratadas como prueba, sino que son, en sí mismas, crimen perpetrado por el luchador.
Sabemos que el Estado argentino, así como el chileno, ha usurpado el territorio Mapuche, para ponerlo a disposición para la extracción de materias primas de exportación. Ha entregado esas tierras para terratenientes y transnacionales. Para eso, exterminó y esclavizó a las gentes de la tierra. Los mapuches como Jones Huala, conscientes de sus responsabilidades para con esa tierra, combaten contra aquellos que la destruyen con todos los medios que disponen… inclusive con poemas.
¡Larga vida al pueblo mapuche!
¡Libertad al lonko Facundo Jones Huala!
¡Larga vida a la poesía revolucionaria!