De una revuelta en la calle nació el orgullo
El pasado 28 de junio, se llevó a cabo una acción disidente autoconvocada, en la plaza libertad. Compartimos aquí la proclama leída de forma colectiva al cierre de la movilización.
De una revuelta en la calle nació el orgullo
Acción disidente
Montevideo,28 de junio de 2022
Travas, tortas, transmasculinidades, marikas, no binaries, autoconvocades y en red por la memoria de la acción revuelta y la resistencia en las calles
Nos encontramos hoy en la misma plaza en donde hace 30 años se llevó a cabo la primera concentración en Uruguay, el 28 de junio de 1992. Para recordarnos además que como se dió aquella noche del 69, nos encontramos para resistir y responder a la violencia que tantos años después siguen siendo parte de la vida cotidiana de quienes habitamos una identidad u orientaión sexo-afectiva disidente a la norma, que nuestro sistema cultural establece.
Queremos manifestarnos frente a la captura del capitalismo, que con sus aparatos varios ha tomado a su servicio nuestros discursos, símbolos y reivindicaciones para validar nuevos nichos de mercado, que nos venden la idea de una representación homogénea, de un presente amigable, de una lucha conclusa. No en nuestro nombre se seguirá dando el borramiento de nuestras realidades, de sus singularidades, de nuestras resistencias frente a un contexto regional donde el odio crece impunemente.
Reafirmando que las leyes no alcanzan, nos movilizamos por los incumplimientos a la Ley Integral para personas Trans. Cuatro años después de su aprobación se sigue dificultando el acceso y la atención a la salud. En los consultorios sigue habiendo violencia, nos siguen tutelando las decisiones autónomas de nuestros cuerpos. Los servicios de salud público y privado no están brindando prótesis a compañeras trans y en algunos casos exigen el pago de las mismas.
En materia laboral asistimos a una precarización del trabajo que nos vulnera aún más ante un costo de vida cada día más alto. El Estado tampoco está cumpliendo con el artículo 12 de la ley que atiende a la necesidad de cupo laboral trans y la situación se agrava aún más en el interior del país.
Nos manifestamos en contra del proyecto de Ley presentado por Cabildo Abierto en abril, que busca prohibir el uso del lenguaje inclusivo en la educación. Desde el uso de la lengua quieren frenar las transformaciones socio-políticas que se vienen dando en el reconocimiento de los DDHH en nuestro país. Instalando la falsa creencia de que se obliga a la utilización del lenguaje inclusivo en centros educativos, cuando en realidad es el proyecto que viene a obligar. Nos quieren obligar a la invisibilización de las identidades de género por fuera del binarismo varón-mujer, nos quieren obligar a la utilización del masculino universal para referirnos a las personas. Nos encontrarán en las calles para defender nuestro derecho a ser nombrades.
¡Porque lo que no se nombra no existe!
Nos posicionamos frente al feminismo radical trans excluyente, conocido como TERF. Postura política que en un contexto de avanzada de la derecha cobra cada vez más presencia en el marco regional e internacional. No vamos a aceptar dentro del movimiento ninguna práctica política que jerarquice o excluya a las personas. Nos negamos a definir nuestras identidades por la genitalidad biológica. Un feminismo que violenta no es feminismo!!!
Nos movilizamos frente a las persecuciones laborales de los últimos tiempos a personas trans. Frente a las políticas que criminalizan la protesta, a nuestras expresiones, y a nuestro estar y ser en la calle. Frente a las políticas que refuerzan la idea de la apariencia delictiva, tan impregnada de clasismo, de racismo, de hostilidad ante quienes nos corremos de la norma, de la hegemonía y sus propósitos. Frente a la estigmatización constante de los medios de comunicación, y sobre todo frente a la impunidad creciente en el discurso político, así como frente al uso y abuso del poder en todas sus dimensiones. Una democracia que criminalice el derecho a la protesta no puede preciarse de tal.
Las revueltas del presente no tendrán el descuido de la desmemoria. Las luces no venderán nuestras luchas allí donde se aplauda la furia.
No en nuestro nombre brotarán los pactos de colores mientras dure la rabia.
Con porfía y potencia, en la calle, en las casas, autónomes y en red, la seguiremos peleando.