El programa fue lanzado en You Tube en  julio de este año, pero las grabaciones iniciaron en febrero. La invitación a intervenir la fachada del muro del taller de pinches artistas fue para Leroy el disparador de un primer texto y para una cuenta de Instagram. La “angustia tremenda” que le generó ver las noticias sobre migrantes venezolanos, a les que no les permitían ingresar a Chile fue lo que movilizó a Adhemar. Luego de una conversación entre ambos surgió la necesidad de hablar más del tema. Cada quien aportó desde sus saberes y comenzaron el proyecto que hoy tiene más de 9 capítulos. El pasado 14 de setiembre conversamos con ambos en Desordenando Mundos.

En palabras de Leroy, que es venezolano y trabaja como editor, en el programa “entrevistan a personas migrantes, para que cuenten su experiencia sobre la migración. Que hablen de la migración con la autoridad que les confiere su experiencia”. Es importante para ellos tratar de “esquivar o evadir, el melodrama o los lugares comunes sobre la migración”.

Adhemar, que migró desde Chile y trabaja en el mundo del audiovisual, insiste en que más allá de que haya otras voces hablando sobre el tema “uno de los propósitos era el hablar desde la propia experiencia” y abrir conversaciones sobre migración “no en cifras, no como ese fenómeno de masas, sino que contar historias particulares”, porque “al final hay tantas migraciones como personas. Y tantas historias como personas”.

Han intentado que esto se refleje en las distintas personas entrevistadas, para mostrar que “la experiencia de migración va a variar enormemente de acuerdo con tu edad, de acuerdo a tu origen, es decir, del lugar del que provienes, con tu género, tus creencias. Hay un montón de factores que van a intervenir o interferir en cómo va a ser o cómo vas a vivir la experiencia migrante”, según indica Leroy.

Por eso hay entrevistas a hombres y mujeres, a quienes migraron con sus familias en la adolescencia o quienes migran siendo jubilados. Aunque iniciaron contactando primero amigos, conocidos, fueron luego llegando a más personas y en cada entrevista es a una persona de un país distinto.

Frente a una mirada homogeneizante, sin distinciones o de reafirmación o regodeo del mito de que uruguay es un país de migrantes europeo, han buscado aportar una pluralidad de voces sobre el fenómeno latinoamericano que implica la migración reciente, e interpelar también el problema colonial de la “racialización” que hay tras una cierta “idea de la europeidad”, como señala Leroy. 

El modo en que se da la entrevista la percibe más como una conversación, un diálogo con un amigue. Leroy cuenta que cree que ver cada capítulo de Sujeto Migrante TV es una oportunidad de  “escuchar o ver a dos personas que están conversando sobre su vida migrante. Las cosas que siente, las cosas que piensa, lo que reflexiona sobre esa situación, capaz lo que ha descubierto, lo que le gusta, lo que no le gusta”. Es una invitación para migrantes y no migrantes, para que “que todos aprendamos un poco de los otros”.

La pregunta “¿de dónde vienes?” no es tan ingenua como puede sonar para quien la hace, en tanto para la persona migrante se puede parecer al “cuestionario que te hacen desde migración: ¿cómo llegaste? ¿cuándo llegaste? ¿hasta cuándo vas a estar?”, según contó Adhemar.  No es una cuestión burocrñatica, sino que tras esa pregunta hay una vida toda.  “Hay algo muy íntimo en el movimiento de la migración”, explica Adhemar, que cuenta además que hablar de eso “remueve mucho a la persona” y que muchas veces “es muy difícil explicar la razón por la que saliste. Implica hablar de cosas muy profundas, muy sensibles”. Por eso, Sujeto migrante TV es una invitación a pensar desde los vínculos, porque la experiencia de migrar “se puede transmitir, pero en el conocimiento de la otra persona”.

Parte de cómo se ha construido el discurso de la migración tiene un fuerte tinte victimizante, por eso, las entrevistas también buscan mostrar que quienes migran son “personas autónomas, con capacidad de decisión” y no “gente que es víctima y necesita ser salvada, especialmente si se viene de ciertos lugares”, como enfatiza Leroy.

Según Leroy, no siempre se deja “espacio al migrante para lo que quiera ser”, sino más bien se espera que se adapte, conozca los modos locales. Hay experiencias distintas de cómo se han sentido recibides, pero una pregunta abierta es sobre si en todo caso se trata solo de eso, de recibir, integrar o incluir, o si se trata más bien de que cada quien se deje afectar por quienes llegan. Cada historia abre una posibilidad y nos devuelve un espejo. Cada programa es una invitación a “dejarse afectar” por quienes llegan.

Podés escuchar acá la entrevista completa.