Uruguay

Extractivismo urbano en Neptunia

29 marzo, 2021

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Extractivismo urbano en Neptunia

Caminar por la ruta 10 es peligroso. Sobre todo de noche. En particular para las niñas y niños, y para los que andan en bicicleta. En fin, para las personas que no van en coche.


Tal vez, el peatón alerta bordeando la ruta, sea la imagen adecuada de los estragos del extractivismo urbano y en particular sobre los más perjudicados. Años atrás, la primera vez que visité el Remanso, un barrio formado en gran medida por jóvenes que llegaron hasta un lugar tranquilo a orillas del arroyo Pando, la ruta actual era un camino de balastro por el cual los coches andaban a baja velocidad. Hoy vuelan.

Lo más curioso, es que la ruta 10 conduce hasta la playa Pinamar y finaliza ante un hotel de lujo. Lo más inquietante es que el extractivismo que está poblando Canelones de barrios privados, está siendo piloteado por la gestión del Frente Amplio que, por lo que puede observarse, tiene muy pocas diferencias con la que hubieran realizado los partidos de la coalición en el gobierno.

Siguiendo por la ruta 10, aparece un monte de pinos que está siendo talado como parte de un loteo para construir una urbanización de unas 250 viviendas, en 24 hectáreas entre ruta 10 y ruta Interbalnearia. La forma de operar es la misma que conocemos en todo el mundo y en este país, en la expansión de un modelo urbano sobre toda la costa.

Se lotean terrenos, se talan los bosques y se aplana el suelo para construir; primero viviendas y carreteras, luego centros comerciales y demás servicios. De ese modo, toda la costa de Canelones está siendo convertida en “ciudad”, a costa de la desaparición de montes y árboles, de la contaminación de arroyos y ríos y, cada vez más, de las propias playas.

Los encargados de estos proyectos son siempre empresas inmobiliarias que cuentan con el apoyo, directo o indirecto, de las autoridades municipales. Para eso consiguen modificar la legislación vigente, modificar la caracterización del suelo y convencer a los alcaldes y concejales de la conveniencia de estos proyectos.

En Canelones se aprobó en 2017 en el marco del «Plan Costa de Oro», una disposición que habilita a construir hasta dos viviendas por lote, cuando hasta ese momento sólo se podía construir una en lote mínimo de 400 metros cuadrados (https://bit.ly/31wXFTv). De ese modo se neutraliza una disposición que ponía límites a la densificación de la zona.

En 2018 se introduce el concepto de «áreas de desarrollo urbano» que sustituye el de «áreas vacantes», o sea, los espacios en que no hay proyectos económicos, como es el caso de los ecosistemas naturales del Rincón del Pinar, Remanso de Neptunia y Parque Roosevelt (https://bit.ly/31wXFTv).

El proyecto de urbanización de un monte en el Remanso, está vinculado a una empresa inmobiliaria que opera en Uruguay y Argentina: Maxiplus S.A., en la que participa Inmobiliaria Varela. Quizá lo nombres sean lo de menos, o no, porque lo cierto es que es un modo de operar más que conocido.

La particularidad del Remanso son sus pobladores, por lo menos una parte significativa de ellos y ellas. Hacia 2005, un amplio grupo de jóvenes comenzaron a llegar al Remanso, entre el arroyo Pando y la ruta 10, a unas cinco cuadras del peaje. Se trata de una agregación de familias que se fueron sumando con el criterio de construir sus viviendas sin dañar el medio ambiente, que suman un centenar largo de personas.

Lo que fueron construyendo fue un barrio diferente, en una experiencia única en su tipo en Uruguay. Las más de 40 casas se fueron construyendo sin talar árboles, en los huecos que deja la vegetación existente. Las viviendas se construyen con los materiales que hay en el lugar: madera y barro. En contra de los prejuicios existentes, son viviendas hermosas, decoradas de forma sencilla pero adecuada al lugar.

Además de las viviendas, dedicaron especial cuidado a espacios comunes, como las plazas, que señalaron con carteles multicolores y nombres autóctonos, así como las calles del barrio. Construyeron un pequeño espacio donde funcionó una radio comunitaria y una escuela también con adobes para las niñas y niños del barrio, de modo que no tengan que trasladarse lejos.

Quienes conocimos el Remanso hace más de una década, podemos asegurar que este grupo de jóvenes nunca fue la mayoría numérica de los habitantes del barrio, pero siempre fueron una minoría significativa, muy activa y con proyectos de vida propios. Sobre todo, mostraron que se podía construir “ciudad” de otro modo, sin arrasar lo existente, sin uniformar ni homogeneizar el hábitat. Esa diferencia es la que está siendo amenazada ahora, pero también la que empuja a un nutrido grupo de vecinas y vecinos a movilizarse contra la especulación inmobiliaria que convierte la tierra, el aire y el agua, en mercancías.

Desde junio de 2020 han convocado reuniones barriales para informarse de la destrucción del monte por retroexcavadoras que trabajan de noche, donde pretenden crear un “parque lineal” que incluye un sendero interpretativo de la flora nativa. El 18 de febrero realizaron una asamblea barrial con más de cien personas, algunas decidieron acampar para frenar la destrucción del monte y poco a poco otras se fueron sumando.

Casi un mes después debieron trasladar el campamento ante la amenaza de desalojo policial. Siguen con sus carpas entre pastizales y árboles. El domingo 22 realizaron una asamblea en la explanada frente a la comisión de fomento, con alrededor de 70 vecinas y decenas de niñas y niños, ya que buena parte del Remanso está poblada por hijos de quienes decidieron vivir en la naturaleza.

Uno de los temas centrales de los debates, fue la defensa del medio ambiente. Realizaron caminatas colectivas dentro del barrio para informar a los vecinos y una marcha hasta el peaje para explicar lo que está sucediendo en el Remanso. Algunos vecinos con viviendas “formales”, los apoyan, aunque el barrio se está poblando de coches de alta gama y enormes chalets.

Lo que está en juego en el Remanso es exactamente lo mismo que en todas partes: la defensa de la naturaleza y de la vida, por un lado, frente a la acumulación de riqueza concentrada en pocas manos, por otro. Cada quien que atienda su juego.


 

Para informarse:

“Mafia Inmobiliaria en Canelones: Intendencia, privados y policía” Achará cuerpo – territorio: 

“Vecines de Neptunia en defensa del monte» La subversiva

“Poniendo el cuerpo” Reactiva

“¿Venderías el pulmón?» https://www.youtube.com/watch?v=6XRnn7MHmPw