Guatemala: Un levantamiento comunal indígena contra la corrupción. Entrevista con Gladys Tzul Tzul
Gladys Tzul Tzul es socióloga maya K’ich’e que se graduó en Puebla, pero es originaria de Totonicapán, epicentro de la revuelta y de 48 Cantones, la organización indígena que convocó junto a otras el actual levantamiento en Guatemala.
Gladys no es una observadora cualificada del movimiento, participa activamente, de modo que conoce en profundidad de lo que está hablando porque está dentro de las luchas.
El paro indefinido dura tres semanas, se inició el 2 de octubre y fue convocado por las autoridades indígenas de 48 Cantones de Totonicapán, la Municipalidad Indígena de Sololá, la Alcaldía Indígena de Ixil “B´oq´ol Q´esal Tenam” y las Comunidad Aliadas de Chichicastenango, al que se fueron uniendo otros pueblos Maya y Xinka. Exigen las renuncias de Consuelo Porras como fiscal general del Ministerio Público (MP); Rafael Curruchiche como jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI); Cynthia Monterroso como fiscal regional y Fredy Orellana como juez de primera instancia.
En estos momentos el movimiento decidió darse una pausa para discutir si modifican o no las formas de la lucha que tuvieron una de sus más notables expresiones en 200 bloqueos de carreteras simultáneos que paralizaron la minería y la explotación de hidrocarburos, ejes del extractivismo contra el que se han levantado las comunidades.
“Las autoridades comunales han sido muy enfáticas diciendo que ya agotaron todas las instancias”, señala Gladys. “Las comunidades indígenas conocen de primera mano el efecto de la corrupción en los territorios, eso explica que las comunidades se han levantado”.
Destaca que el Ministerio Público y las Fiscal General son “guardianes de intereses empresariales” ligados al extractivismo, modelo de acumulación que ha generado la corrupción contra la que se levantan los pueblos.
Gladys considera que este paro dialoga con lo sucedido en 1820, ya que se trata de la misma geografía comunitaria que se levantó: “Si en 1820 nuestras comunidades se levantaron contra los tributos y el orden colonial, en este 2023 estamos viviendo un levantamiento estructural, contra el extractivismo, la criminalización, la corrupción y la militarización”.
– ¿Qué son 48 Cantones?
– Es un pueblo organizado en cantones que son una geografía política, una estructura histórica que ha sido epicentro de rebeliones indígenas que provocaron el quiebre colonial en 1820 y han desarrollado un sofisticado sistema de gobierno comunitario. Este sistema tiene por lo menos cinco juntas o sistema políticos organizativos que son los resguardan los títulos, los que cuidan el bosque, los que establecen justicia y labor política y los que cuidan unos baños termales comunitarios.
Además hay una serie de comités de aguas, de caminos, custodias, fiestas, etc. o sea hay un superávit de organización.
– Me parece sorprendente lo que dices de “superávit de organización”….
– (se ríe)… porque hay muchas organización comunal, comités para todo, por eso quizá hay mas comités que gente.
Muchas comunidades de otros lugares del país se preguntan por las estrategias y maneras de cómo es posible defender, gobernar y recuperar tierras sin que sea plenamente el mercado o el Estado quien regule. ¿Cómo funciona? ¿Cómo se organiza? Lo que es utópico para otros pueblos, de hecho existe en Totonicapán. Hablo pues de un sistema político y jurídico que está organizado en términos comunitarios y que se centra en el cuidado de los bienes comunes, en el cuidado del bosque comunal, en el bienestar de la vida colectiva. Estas condiciones hacen que muchas comunidades puedan reflejar sus horizontes en una sociedad organizada en 48 cantones.
Por otro lado, en la historia, 48 Cantones, en alianza con otras comunidades han logrado poner freno a iniciativas estatales contra la vida comunal. De la misma manera, desde principios de 2000, 48 Cantones se opusieron a las iniciativas de la ley de agua. En el 2012 se organizaron varias acciones contra el alza de la energía eléctrica, contra la reforma constitucional y contra la extinción de la carrera magisterial; en esa fecha se logró frenar el proceso de reforma constitucional, lo que resultó en la masacre del 04 de octubre, que dejo como resulado 8 fallecidos y mas de 40 personas heridas. O el levantamiento de Atanasio Tzul contra el orden colonial. Entonces, de muchas maneras Totonicapán junto con otros pueblos se ha constituido como epicentro político que impide que el Estado se totalice y decida en espacios comunitarios. Todos estos elementos han ido construyendo históricamente una voz legítima.
– Una potencia hacia fuera que debe tener una enorme legitimidad interior.
– Lo que le da dinamismo y fuerza a la vida política en 48 Cantones, es la crítica comunal interna. Es decir, las autoridades se encuentran sujetas a sus asambleas. Aunque muchas veces las críticas a 48 cantones provienen de voces partidarias, aducen que nuestra lucha no es suficiente porque deberían de constituirse en una opción electoral, sin embargo, la fortaleza y la fuerza de 48 Cantones es porque no es una organización partidaria, tampoco es una organización que recibe fondos. Este paro dio la oportunidad de notarlo, ninguna ONG, ninguna organización, ningún partido aguantaría más de 17 días en la carretera, pagándose su propio pasaje y buscándose su propia comida. Fue el apoyo comunitario quien dio de comer, dio apoyo emocional a las personas en los turnos. Aquí en la capital, fueron las personas indígenas de los departamentos que llevaron comida y apoyo a los pueblos.
Las comunidades no se constituyen en la idea heroica de que vamos a aguantar hasta que nos maten, no, queremos vivir y queremos vivir bien. No queremos violencia y confrontación por eso, la consigna de este levantamiento era que estamos en un levantamiento pacífico.
– Se mencionan otras geografías además de 48 Cantones en Totonicapán.
– La columna vertebral del levantamiento son 48 Cantones y Sololá, pero se han ido sumando comunidades aliadas de Chichicastenango o las comunidades de Ixcán que se han reconstruido después de la guerra. Se menciona mucho Cuatro Caminos que conecta 48 Cantones e Quetzaltenango, Huehuetenango, Quiché y la ruta que viene a la ciudad de Guatemala, pero lo que sucede en Ixcán no es menor.
– Si entiendo bien, el epicentro de este levantamiento no es el urbano sino rural, comunitario, indígena.
– Sí, son los lugares históricos de la política comunal como Totonicapán y Sololá y ahora muchos otros. Pero a partir del llamado de 48 Cantones el pueblo se autoconvocó, todas las comunidades se levantaron.
Cuando conversamos con los alcaldes que están en la ciudad capital, dicen: todo es por su consigna. La consigna es defender al pueblo, cuando ellos toman posesión los primeros días de enero y cuando son electos en octubre, las consignas que les dan es que deben cuidar la armonía del pueblo, que tienen que cuidar por el bienestar del pueblo. La consigna más importante es “El poder del pueblo está en el servicio”. La consigna comunal en 48 Cantones amplifica lo que otros dicen, que el poder está en el pueblo. Pero en Totonicapán, el poder está en el pueblo, pero ¿qué es lo que lo activa? Para nuestro pueblo hace siglos se ha dicho “El poder del pueblo está en el servicio” que en nuestro idioma es Uchuq’ab Tinimit Chwmeq’ena are ri K’axk´ol y el servicio es el k’ax k’ol, es el trabajo comunitario que se hace.
– Se dice que hubo unos 200 puntos de bloqueos y ahora dices que hay una pausa para reflexionar cómo seguir.
– Aproximadamente 200 o más porque la ciudad también salió. El presidente de 48 Cantones dijo claramente “que quede abierto”, porque hay un cambio de estrategia pero él no puede decir cómo será, porque eso lo deciden las asambleas comunitarias. “Yo sólo soy el presidente”, dijo para explicar que quien toda las decisiones son las comunidades. Se están oxigenando para seguir.
– ¿Las comunidades arrastraron a las ciudades?
– De algún modo sí. En la capital salieron 105 mercados populares a la protesta. Nuestras verduras vienen de Sololá y abastecen los mercados en las ciudades, lo que les da una enorme fuerza. Los mercados salieron a manifestar y todos ellos son indígenas y eso es muy importante. También salieron las mujeres que venden tortilla, que es más importante que en México porque es toda manual, no industrial. También algunos barrios populares salieron como La Betania, lo que nos muestra que más allá del Estado la sociedad está organizada en términos populares.
Está organizada para ver cómo compra el agua porque nadie puede comprar agua de manera individual o nadie puede gestionar una pipa de manera individual, seguramente todos los comités de gestión de agua o de gestión de seguridad o de mantención de sus caminos y de sus calles en los barrios es lo que hoy día se activó, esto muestra que hay organización sociopolítica en Guatemala. Que somos un país comunal, que en la ciudad hay formas de organización comunitaria y popular. Fueron ellos quienes respondieron al presidente de la república que el paro estaba generando un problema del agua, y ellos dijeron: en esta ciudad nunca ha habido agua.
Quienes reaccionaron a la llamada de las Autoridades Indígenas, fueron los indígenas de la ciudad. Luego llegaron los mestizos.
Las comunidades indígenas levantaron el país, lo sacudieron, lo despertaron y lo van a seguir haciendo.-
*Simón Antonio Ramón es un periodista kanjobal que reside en Guatemala. La entrevista combina respuestas de Gladys a Simón, con otras que Desinformemonos le realizó vía telefónica.