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La resaca de las plazas

13 noviembre, 2016

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Revista Alexia

La resaca de las plazas

Las revistas Alexia y Social Movement Studies se preguntaron por los “movimientos de plazas” o “indignados” que emergieron en diferentes ciudades del mundo a partir de 2011. Lo realizaron con un mismo cuestionario de preguntas para las diferentes experiencias, con el intento de buscar diálogos más allá de los ritmos y geografías de cada quien.


Las primeras respuestas comenzaron a llegar conformando un provechoso material, útil para el aprendizaje de lo que denominan un nuevo paradigma político, y afirman: “Lo que no dijo nadie es que el camino sería fácil, ni rápido, ni en línea recta, ni por acumulación de victorias, ni que se conseguirían todos los logros a través de un único golpe decisivo. Más bien es lo contrario: la búsqueda y la invención de nuevas formas de la política de emancipación será un proceso largo, difícil, tortuoso, plagado de incertidumbres y contragolpes del poder establecido”. Egipto, España, Grecia, Portugal, Estados Unidos, México, Turquía, Brasil y Francia componen el informe “De Tahrir a Nuit Debut. La resaca de las plazas”. A continuación compartimos su introducción y un enlace al dossier completo, el cual incluye los aportes recibidos desde los diferentes países.

 

Resaca:

1. Movimiento de las olas del mar al retirarse de la orilla, en especial cuando tiene fuerza.
2. Limo u otros residuos que quedan en la orilla del mar o de los ríos después de una crecida de agua.
3. Malestar que se siente al despertar al día siguiente de haber bebido alcohol o haber tomado algún tipo de narcótico.
4. Período de adaptación a la normalidad después de un acontecimiento o situación especiales.

Se cumplen ahora cinco años. El 15 de octubre de 2011 se convocó una exitosa jornada de acción global. En más de mil ciudades de 90 países se produjeron movilizaciones de distinto tipo convocadas por estructuras recién creadas como Democracia Real Ya o el 15M. Fue un momento para celebrar juntos en la calle la reapertura del juego de la historia que trajeron las plazas, fue un momento para volver a conjurar la energía.

En Nueva York, un viejito saluda el paso de la gran manifestación de Occupy Wall Street, entonces en pleno apogeo, con una hermosa pancarta que dice: “Welcome to the new paradigm” (Bienvenidos al nuevo paradigma). Un paradigma que consiste en el deseo y la práctica de una política accesible a cualquiera, no troceada ni instrumentalizada por los partidos políticos y que busca reapropiarse de la posibilidad de hacerse cargo en común de los asuntos comunes.

Lo que no dijo nadie es que el camino sería fácil, ni rápido, ni en línea recta, ni por acumulación de victorias, ni que se conseguirían todos los logros a través de un único golpe decisivo. Más bien es lo contrario: la búsqueda y la invención de nuevas formas de la política de emancipación será un proceso largo, difícil, tortuoso, plagado de incertidumbres y contragolpes del poder establecido. Con seguridad fue siempre así, pero quizá nunca había sido tan fuerte como hoy la pregnancia social de una concepción hollywoodiana del tiempo: acción-clímax-desenlace. Es preciso inventar nuestra propia temporalidad, con sus mareas altas y bajas como todo lo que vive.

Posiblemente por algún tiempo no sepamos bien cómo continuar, pero hay siembra. Las huellas que han dejado los movimientos de las plazas son semillas que necesitan cuidado y acompañamiento para brotar y dar frutos. Impaciencia, incomprensión y negligencia son aquí los grandes enemigos. La mejor de las brújulas que nos podemos dar la encontraremos en el estudio de nuestras propias experiencias: qué se intentó, qué funcionó y qué no, cuáles fueron los problemas y los obstáculos que encontramos, cómo respondieron los poderes, etc.

Es la propuesta de este dossier: escuchar voces que reflexionan desde el interior mismo de los acontecimientos, indagar en “las vidas posteriores” de las plazas y en sus potencias para el futuro, aprender de las experiencias, tanto positivas como negativas, elaborar un recuerdo activo y no melancólico de lo que hemos vivido desde 2011.

“El reflujo de aquella ola, rechazado por la resistencia de los objetos envestidos, dará materia a la próxima ola, cuando, llegado el tiempo, vuelva la marea” (T. E. Lawrence)

Dossier completo aquí