«Me tocó hacerlo por esa pasión por el más de abajo»
En el cuarto programa desarmamos la semana con la entrevista al fotográfo Aurelio González.
En 1967 se rompieron los equilibrios que habían dominado la década. Entre las clases dominantes se desató una lucha abierta por el control del aparato estatal, que se zanjó con el triunfo del sector ligado al capital financiero. Entre agosto de 1967 y julio de 1968, los precios al consumidor crecieron un 182%. El salario real descendió al 76% en 1967, para bajar abruptamente al 61% en el primer semestre de 1968. Cuando el gobierno impuso la congelación de precios y salarios, en junio de 1968, el salario real era de apenas el 53% del de once años atrás.
En el 67 la conflictividad social dio un salto espectacular. Hubo una huelga de gráficos, periodistas y canillitas que duró 114 días y estuvo también la lucha de los 200.000 funcionarios públicos. La CNT convocó seis paros generales. El gobierno envió soldados al puerto para forzar a los huelguistas a retornar al trabajo, ocupó militarmente el Correo y el 9 de octubre decretó medidas de seguridad, clausurando el diario El Popular, el semanario Marcha y Verdad, publicado por los huelguistas de la industria gráfica.
En 1968 la ofensiva de las clases dominantes treparía un peldaño más. Ante la creciente conflictividad estudiantil, se volvieron a implantar medidas de seguridad que regirán de forma casi permanente hasta 1972. Se decretó la congelación de precios y salarios cuando muchos gremios estaban a punto de concretar aumentos salariales.
En el 68 hubo 351 paros, 134 huelgas y 7 ocupaciones en las oficinas y empresas públicas; 95 paros, 130 huelgas y 80 ocupaciones en empresas privadas y 56 huelgas, 40 ocupaciones y 220 manifestaciones protagonizadas por el movimiento estudiantil. La CNT convocó cinco paros generales, casi todos los sectores públicos estuvieron en conflicto así como gran parte de las grandes empresas.
En ese mismo año, el 68, tres estudiantes fueron asesinados por la represión policial, generando un clima de estupor e indignación en una población que nunca había asistido a semejante escalada represiva. Aquellos días, cuando la clase dominante apuntaba y el terrorismo de estado disparaba sobre quienes luchaban, no fueron días cualquiera en el largo empeño por construir nuevos mundos.
Las fotos de Aurelio González son parte importante de la memoria colectiva de las luchas en Uruguay. El día de los mártires estudiantiles no es la excepción. Al recordar el asesinato de Liber Arce, en 1968, la memoria nos trae la foto donde Ramón Peré coloca una flor sobre un pizarrón que pide silencio, en plena avenida 18 de julio, en la explanada de la Universidad. Pocos años después, el mismo Ramón Peré sería asesinado por la dictadura.
Este 14 de agosto marchamos por Liber, Susana, Hugo, Ramón y todas y todos los y las mártires estudiantiles.
Les proponemos compartir la entrevista que Victoria Furtado y Diego Castro le realizaron a Aurelio González en el programa Desordenando Mundos de Radio Pedal.