Norma
Norma es un año menor. También nació en dictadura. Se crió en Montevideo como yo. También en una numerosa familia de siete hermanos. Las dos heredamos la profesión de nuestras madres. Su madre era empleada doméstica y clasificadora. La mía profesional.
Ambas perdimos hermanos en situaciones trágicas. Ella en un incendio en su vivienda de la infancia, yo por una extraña enfermedad. Con apenas 10 años, Norma acompañaba a su abuela en el oficio de aguzar el ojo a los tesoros que esconde la basura de los ricos y la generosidad de otras mujeres que les daban ropa que ya no usaban y que luego venderían en la feria. Acompañando a su abuela a reciclar y a hacer feria iba aprendiendo un arte y un oficio. Mi madre siempre nos ponía ropa regalada por primas o vecinas. No tuve ropa comprada la mayor parte de mi vida. También de niña pedí conocer el trabajo de mi madre y me llevó a un hogar del Iname a finales de los 80. Norma disfruta lo que hace: “…me gustaba igual, sí veía algo en la calle, si veía ropa, ya me gustaba a mí”. Es una mujer que ama lo que hace. Nació en el Marconi, pero podría haber sido en Piedras Blancas. Yo nací en Pocitos pero podría haberlo hecho en el Cordón o en Buenos Aires.
La de ella era una familia ampliada, con tíos y abuelas. Su madre y los tíos llegaban hasta mi barrio a requechar. Quizá alguna vez nos miramos a cada lado de la reja, a los ojos siendo niñas.
Además de ser mujer y vivir en la pobreza, Norma es negra. Su trabajo depende de la autogestión, sin patrón. Me dice: “a las escuelas no le cobramos, a las empresas sí” con total naturalidad. Posee una sabiduría popular largamente madurada.
Para mí y creo que para muchos existió algo llamado “el umbral pandémico”. Para Norma la pandemia no existió, la llamó al pasar “la cosa esa…”. Ella no pudo parar para pensar.
El mundo es muchos mundos a la vez. Están los Trump, Musk y Millei pero el mundo también está llenito de Normas que aún mantienen la potencia vital de existir en red y por ello, florecer. Norma a diferencia de los que se creen poderosos, es pobre, más no miserable.
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