Uruguay

Pundonor

22 junio, 2014

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Diego Castro

Pundonor

La selección recuperó el crédito recorriendo el camino que mejor conoce, ir de punto y salir de banca. Con tremendo esfuerzo colectivo una selección uruguaya de overol, trabajadora y solidaria venció al equipo de la reina, es el triunfo del débil contra el fuerte, de la colonia sobre el imperio. Es la confirmación de que para lograr algo difícil solo es necesario esforzarse el doble.


Han pasado algunas horas de la victoria celeste frente al combinado inglés y al decir de un argentino que nos cruzamos en el metro luego del partido “cuanto más difícil el partido, más rinde Uruguay”. Con el riesgo siempre latente, por estas fechas, de caer en esencialismos que refirme un nuevo estado de la “escepcionalidad uruguaya”, no mentimos si afirmamos que a nuestro simpático vecino rioplatense le asiste razón.

Lo vivido en el Itaquerão por no menos de 20 mil uruguayos es difícil de transmitir con fidelidad en un puñado de notas, vaya como intento estas lineas acompañadas por algunas fotos y videos.

El equipo conducido técnicamente por el maestro Tabárez y espiritualmente por el manosanta Walter Ferreira, retomó no sólo el camino de la victoria sino algo más importante, el estilo de juego ausente en el debut contra Costa Rica y que por momentos se tomó vacaciones en la eliminatoria.  Básicamente, mucha concentración, fuerza, marca, garra, entereza, comiendo todos los talones que se posan sobre el verde gramado. Hasta el propio Lodeiro se vistió de obrero, trancando con lo que tenía a mano, su propia cabeza. Para luego, cuando fuera posible, lanzar el ataque. Claro que en esta oportunidad contábamos con el aporte sustancioso y goleador de don Luis Suárez. Lo sufrió Gerrard, la defensa colonialista y hasta la mismísima reina.

Lodeiro + Cavani + Ferreira + Suárez – Ponsonby = Uruguay no má!!

Uruguay fue superior a Inglaterra. A pesar del propio Lord Ponsonby que estará arrepentido de haber creado este pequeño estado tapón, que le pagó con sendos taponazos de un criollo de dudosa vinculación británica, aunque pasee sus goles momentáneamente por la ciudad de John y Paul.
El primero con bonita factura técnica colectiva y gran definición.

A no ser por los 15 a 20 minutos previos al gol de Rooney, los celestes controlaron el juego con varias actuaciones que rayaron a alto nivel. Todas ellas eclipsadas por la luz radiante de Luisito, quien no tuvo muchas más oportunidades que los goles convertidos, pocos ataques con gran efectividad, esto es Uruguay papá!.

Quitando a la numerosa y ambivalente torcida brasileña, la presencia celeste se hizo sentir. Muchos paulistas participaron del juego de hinchadas, los corinthianos mayormente alentaban a los ingleses y los de São Paulo más propensos a apoyar a la celeste, Lugano mediante.

El estadio construido especialmente para el mundial y que posteriormente utilizará Corinthians está a medio terminar, las tribunas detrás de los arcos son temporales, cosa notoria tras el tradicional “el que no salta es un inglés”. Amplios sectores del estadio tapados con telas blancas y plásticas, baños construidos de madera compensaba, todo prolijamente precario. Pero poco importaba, nosotros no nos íbamos a quedar a vivir allí, a lo sumo volveremos en cuartos o semi y lo único que pretendíamos eran los tres puntos que en nuestro bolsillo nos dejaba más que contentos.

Los que no están para nada contentos son los numerosos brasileños que fueron despejados o perjudicados por las obras vinculadas al mundial. Las movilizaciones son notorias, la más importante en Sao Paulo fue la convocada por Passe Livre, a la misma hora del partido de Uruguay, para conmemorar la lucha del pasado año contra el aumento del transporte. Lejos del estadio y sin mayores intenciones de obstaculizar la realización del partido la protesta incluyó picaditos callejeros, finalizada la misma algunos de los manifestantes se tomaron contra una concesionaria de Mercedes, seguramente estas fueron las únicas imágenes que se proyectaron al mundo.

En otros casos, las marchas han sido rápidamente reprimidas y disueltas por la policía, bastante virulenta y omnipresente en una ciudad con variados dispositivos de control y que se parece mucho a un hormiguero, fundamentalmente cuando los casi 20 millones de personas, salen o vuelven de sus trabajos.

Os lutadores celestes

En el equipo de los militantes sociales Uruguay tiene numerosos “torcedores”, muchos de ellos descontentos con el mundial y su propia selección se afilian a la celeste de maneras sorprendentes. Es el caso de Matías, de padre nacido en Livramento, futbolero de ley que integra el equipo del programa radial conexao sudaca1 y escribe periódicamente en el portal amigo Impedimento2.

Camino al estadio nos encontramos en la estación del metro con un tipo joven, alto, peludo y barbudo -poco común por estas geografías-. Pero las particularidades no finalizaban allí, vestía la camiseta de Montevideo Wanderers y un buzo de abrigo oficial de la mas linda de todas. De lejos y de cerca un uruguayo más.

Nuestro compa, como muchos brasileños, uruguayos e ingleses no tenía entradas para el partido y asistieron atentos y eufóricos frente a la TV de uno de los tantos bares próximos al estadio. Cerveza mediante vivieron palmo a palmo la dramática definición.

Finalizado el partido, en las afueras del estadio un puñado de hinchas coreaban todas las canciones celestes y una particular creación popular para despedir a los ingleses “go england go home”. El grupo era comandado por nuestro amigo Matías, ya desencajado y pletórico, junto a tres compatriotas dos de los cuales integran el equipo periodístico de Arquero Peligro.

Cambió el humor, cambió la cara y ya los brasileños comienzan a vernos con otros ojos. La derrota en el partido inaugural desenlazaba muchas bromas vinculadas a nuestras posibilidades en el mundial, ahora todos saben que mientras estemos en carrera Uruguay será un rival difícil de pelar hasta para el mejor peinado. Y Neymar lo sabe…

 

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