Uruguay

¿Sabe diferente el agua para un chileno?

17 octubre, 2021

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Crisitian Espinoza

¿Sabe diferente el agua para un chileno?

A caballo entre el Cabildo de Montevideo y el Espacio de Arte Contemporáneo (ex Cárcel de Miguelete) el artista y arquitecto chileno Cristian Espinoza despliega una exposición que combina múltiples soportes y técnicas —instalaciones sonoras, cartografías, audiovisual. Conversamos con él sobre arte, agua, ecología, transgénicos e imaginarios posibles.


 
Contexto 1—Cartografías: El territorio representado (Curaduría de Brian Mackern) en Cabildo de Montevideo


La exposición del Cabildo está llena de mapas, están los mapas del acervo del Cabildo y otros mapas que realizaste para la ocasión ¿Qué es un mapa para vos?

Los mapas han estado siempre y no existen mapas ingenuos; sirven para delimitar el territorio, para establecer relaciones de clase y de dominación. Por ejemplo, un mapa de fibra óptica no es obviamente un mapa militar pero significa algo se podría entender como una “máquina de guerra” porque sirve para ejercer poder, los mapas siempre giran en torno al poder, y eso es bueno tenerlo presente. Eso no significa que existe la familia de los mapas hegemónicos y los mapas contra hegemónicos. Aunque sean amistosos entre sí, siempre dos mapas están en tensión, porque son imaginarios del mundo, porque los mapas determinan. Otro ejemplo: a través de un mapa puedo tener conciencia de la dimensión política de un incendio; veo un incendio en el Amazonas y puedo saber que no es random, porque si lo superpongo con el mapa de la República Unida de la Soja, esos mapas calzan; entonces un mapa es sobre el poder y sirve para leer el presente.


—En la cartografía tradicional los cursos de agua pueden ser pensados como límites. ¿Cuáles son los elementos que cumplen ese rol en los mapas de Cartografías: El territorio representado?

Hay mapas que son de límites, este es un mapa de organismos superpuestos. Son organismos de distinta naturaleza. Primero hay un acuífero, es una red capilar de agua dulce llena de vida que genera una burbuja de humedad relativa en el aire, es decir genera su propio ambiente su propio éter. Es un ser vivo que está ahí y me interesa nombrarlo, si lo tengo en cuenta recorro el territorio con otros ojos, puedo ver a la ciudad como una máquina de tortura sobre ese acuífero; pero también veo al acuífero ahí, intentando vivir. Otro organismo que me interesa nombrar es la máquina posindutstrial, absolutamente instrumental, que es todo el cinturón de neo-extractivismo de la bahía que corresponde a la soja y a la celulosa. Por un lado tiene el corredor de celulosa que va al centro del país y por otro unos silos gigantes que acopian soja transgénica RR40-3-2; son como una tripa que drena. Por otro lado tenés el llamado “puerto chino” que es un puerto de pesca que funciona en el “cementerio de barcos” pero no está formalizado. En las imágenes satelitales de Goolge, ves como aparecen muchos barcos, hacen mantenimiento y desaparecen: es un puerto secreto.

Lo interesante es que si superponés los mapas del acuífero y los mapas que dibuja el cinturón neo-extractivismo hay mucha relación, se ve que tienen mucha conciencia. Las empresas del neo-extractivismo probablemente tenga los mejores mapas geológicos y biológicos.


—La dimensión socioambiental es recurrente en tu obra y la de otros artistas de la región. ¿Considerás que la temática está instalada?

Afortunadamente sí. La agenda socioambiental está presente en el arte pero también en los estudios culturales, en el periodismo de investigación y en lo audiovisual.

El arte en su mejor rol es un productor de imágenes donde no las hay, esto significa que produce enunciados de realidades ocultas (muchas veces estratégicamente ocultadas por resultar incómodas), las imágenes provenientes del arte generan, por cadena de enunciados, nuevos imaginarios que desencadenan en nuevas preguntas políticas. En mi caso lo veo en relación al extractivismo, es un proceso que comienza en los 90 durante los gobiernos neoliberales; ahí se mapeó y organizó el territorio. Ese proceso continúa durante los gobiernos progresistas —ahí las operaciones comenzaron a full. En toda la región el progresismo profundizó el modelo neo-extractivista, le vendieron el alma al diablo. Pero hay una anécdota interesante, en el 2003 hubo una publicidad en Clarín y La Nación —en las páginas del agro— de Syngenta [empresa proveedora de semillas y cultivos genéticamente modificados]. La publicidad incluía un mapa de la República Unida de la Soja, era planteado como lo que realmente iba a unir a los países de la región; el artista argentino Eduardo Molinari lo rescata, y ese mapa nos ha servido a todos.  Los incendios —generados intencionalmente para ampliar el territorio cultivable— de Rosario, Córdoba, Mato Grosso y la  Amazonia del 2019 al 2021 están relacionados con ese mapa; puedes entender ese mapa como un aviso de lo que iba a pasar, como un mapa de guerra. Y pasó con gobiernos de signo políticos muy diferente como el de Bolsonaro y el de Fernández; eso te da cuenta que en algunos temas hay una gobernanza global independiente de los signos políticos del gobierno, es como otro mapa geopolítico superpuesto.
Contexto 2—La Asamblea del Agua [work in progress] en Espacio de Arte Contemporáneo, temporada 38

En un texto que integra la exposición en el EAC decís: “Pero no nos confundamos, aquí las aguas no simbolizan nada. Las sentimos como un sujeto (como tú o como yo), y no las cargamos con significado alguno”. ¿A qué te referís con sentir al agua como un sujeto?

Es difícil explicar una frase que es muy elusiva. Es muy irónico porque en Baudrillard, Mircea Eliade, etc. llegando a casos como el de la gente del palo de Paulo Coelho, el agua siempre simboliza y significa algo, y eso es horrible. Es como si tú simbolizaras algo, y eso es terrible, te están matando. Es mejor dejar al agua en paz. Esa frase es una advertencia para el lector: deja al agua tranquila un ratito. En todos los juegos del lenguaje con la “naturaleza” hay algo de fracaso, hay una derrota de la humanidad. Basta de ese ejercicio de recorte entre humanos y no humanos como sujetos y objetos, eso es todo. Si algo se puede hacer es tratar de comprender el agua en su propio devenir o dicho de otro modo, en su propio vivir, pero no simbolizarla; tratar de comprenderla como otro sujeto, un poco de empatía y nada más.

—Además del texto que comentaste hay un audiovisual que muestra algunas fechas particulares acompañadas de un índice ¿Qué es índice y por qué importa su variación en el tiempo?

El 29 de octubre de 2018 el agua se empieza a cotizar con el índice de agua Nasdaq (NQH20) en la bolsa de California, su valor está anclado en las variables cilmatológicas. Es decir que el cambio climático ahora tiene un correlato financiero, ahora hay gente que está mirando el clima con el bolsillo. Es muy importante esto en relación a todo lo que hablamos de la simbolización del agua. El NQH2O es eso en el nivel más profundo de abstracción y simbolización del agua; no es el más deseable, no es el que me gusta más, es el más horroroso, pero el que tiene el mayor nivel de abstracción. Si queremos cuidar el agua debemos dejar de simbolizar y verla en su contexto: aquífero, corredor biológico, cuenca hidrográfica; el agua no existe aislada, existe con un contexto.

Imagen: Cristian Espinoza