Más de 100 bloqueos paralizaron rutas y caminos en una parte importante del territorio boliviano. El aplazamiento reiterado de las elecciones, sumado a casos groseros de corrupción y la suspensión definitiva de las clases encendieron los reclamos. En cuestión de pocos días, en algunos sectores, se pasó de reclamar contra el aplazamiento de las elecciones a exigir la renuncia de Añez. Para conocer con mayor detalle lo que está sucediendo en sus tierras le pedimos a Huascar Salazar y a María Galindo sus impresiones para nuestro programa radial, Desordenando mundos.

A la fecha, un sector de las protestas se encamina a una salida negociada luego que el Tribunal Electoral fijara fecha de las elecciones. Al menos la Central Obrera Boliviana (COB) anunció una pausa en los bloqueos. Pese a ello, otro de los actores importantes de los bloqueos luego del cabildo en La Paz y el Alto, plantean continuar con las mediadas hasta que renuncie Añez.

El miércoles pasado, en desordenando mundos, recibimos la mirada de María Galindo desde La paz (Mujeres Creando) y de Huascar Salazar desde Cochabamba. Sus palabras nos permiten acercarnos con mayor profundidad a una realidad que tiene escasa visibilidad en los medios masivos, y cuando existe se presenta de manera simplificada, empobrecida.

Para Huascar múltiples crisis se condensan en la situación actual. La crisis provocada por la forma en que se gestiona la pandemia, con el sistema de salud colapsado y ausencia de cobertura mínima. Acompañada por una política del miedo contraria al necesario cuidado de la vida, con casos grabes de corrupción. A lo que se debe sumar la crisis económica con desempleo en ascenso y la crisis ecológica, donde el incendio de la Amazonia con el objetivo de ampliar la frontera agrícola continúa. También una descomposición política abierta y acelerada desde el pasado año.

Otro elemento comentado por Salazar tiene que ver con la presencia de grupos fascistas de choque como la Resistencia Juvenil Cochala, que buscan desestimular las protestas. “Asumiendo posturas muy violentas y teniendo cada vez más fuerza”.

Por otra parte, desde La Paz María Galindo nos cuenta lo que para ella es un nuevo capítulo de la larga crisis política boliviana. Comienza retratando la situación con la frase de un grafiti “Entre machos y fachos el país se va al tacho”.

María advierte que hacia afuera del país quieren presentar a la totalidad de los bloqueos como si estuvieran bajo el mando del Movimiento al Socialismo (MAS) y en especial bajo el de Evo Morales desde la argentina. “Sin embargo eso no es para nada cierto, algunos de esos bloqueos están llevados adelante por organizaciones sociales que son base del MAS, básicamente en el Chapare. Pero no así los bloqueos en el altiplano que responden a otras organizaciones (…) Muchos de los pedidos del bloqueo están relacionados a la clausura del año escolar, lo que supone la supresión de la educación pública mientras que la privada continúa sus actividades. También, tiene que ver con una respuesta de mucha bronca frente a un discurso racista y fascista que ha empleado el gobierno, amenazando con sobre vuelos militares, amedrentando a sectores populares (…) La única respuesta gubernamental a la pandemia ha sido la militarización y el movimiento de tropas en las ciudades.”

“Se agita un discurso, diciendo que se imposibilita el acceso de los insumos para la salud. Pero nos preguntamos ¿acceso de quién? Los sectores populares solo tienen acceso a la medicina tradicional ancestral, a morirte en tu casa o a tener suerte. Incluso si te mueres en tu casa no siempre tienes acceso a un entierro o incineración. La pandemia ha puesto en evidencia una sociedad donde el grueso de la población no tiene acceso a nada. Todas esas situaciones se las podrían calificar como bloqueos del gobierno contra la población”

“Bolivia esta yendo a unas elecciones con un montón de partidos políticos que no representan a nadie, que no representan ideologías ni formas de participación de grandes extractos de la población, que quedamos excluidos del ejercicio político formal. Este fracaso, esta exclusión, esta privatización política está deviniendo en un fuerte proceso de fascistización generalizada”

“Desde mi punto de vista, cuando se agota la política, cuando fracasa la política, se abre el inmenso campo fascista. Entonces tienes frente a los bloqueos y usando a estos como pretexto para el surgimiento de grupos de choque, de carácter paramilitar, urbano, de jóvenes HOMBRES que quieren ir al enfrentamiento violento contra los otros bloqueadores. Todo a partir de un fracaso de la política, donde los problemas podrían ser resueltos a través del dialogo”

“Si Bolivia logra llegar a las elecciones, es importante saber que estas no van a resolver los problemas de fondo de la sociedad boliviana”