Gobierno comunal es trabajo colectivo que garantiza la vida
Gladys estuvo en Montevideo por dos semanas, compartió actividades con el colectivo feminista Minervas y participó de charlas y conversatorios en la Universidad de la Republica sobre su trabajo en torno a los sistemas de gobierno comunal en Guatemala.
Es maya k’iche’, de Totonicapán, donde 48 comunidades con 170 mil personas organizan sus vidas a partir de un sistema de gobierno comunal en el cual la centralidad está dada por el trabajo colectivo (k’ax k’ol) que todos y todas hacen para garantizar condiciones materiales para la vida.
Siempre que puede, pone énfasis en el carácter político de la forma comunal, contradiciendo los argumentos que piensan lo comunitario indígena solamente como identidad, tradición, usos y costumbres.
En su trabajo de tesis doctoral da cuenta de los rasgos singulares de esta forma de «organizar gobierno» que se distancia de la política liberal y estadocéntrica:
«Lo comunitario indígena hay que comprenderlo en su capacidad de ejercer un gobierno sobre las tierras, aguas y bienes comunales. Que tiene la capacidad de gobernar, recuperar y defender estos bienes . Donde la columna vertebral de ese gobierno está dado por el trabajo comunitario, gestionando y produciendo medios concretos para la vida»
«El trabajo cumple una función que te integra y habilita al uso y goce de los bienes comunes y a las decisiones».
Nadie se entierra solo: trabajo colectivo como columna vertebral
«El trabajo comunitario es una obligación, lo que contrasta con otros acercamientos que piensan que al mundo comunitario lo organiza la solidaridad. No es únicamente la solidaridad, hay una obligatoriedad de relacionarse, de hacer trabajo comunitario, eso es lo que te habilita al uso de bienes comunales, como por ejemplo el del entierro, o los caminos»
«Las autoridades indígenas son muy eficientes en coordinar el trabajo colectivo y ver quién hace y quien no hace. Y es anti-ético tomar agua si no se hizo trabajo comunitario, es anti-ético y de vergüenza si quieres gozar del beneficio de algo por lo que no se trabajó. Y del otro lado el trabajo comunitario es lo que habilita la posibilidad de participar en decidir. Decide lo que se trabaja y al mismo tiempo trabajo sobre lo que se decide. Por ejemplo con un cementerio, se decide cómo se gestiona si es necesario ampliar o no y eso se lleva adelante con jornadas de trabajo comunal. Y por ello, cómo se trabaja comunitariamente para mejorarlo es lo que permite el uso, goce y disfrute y la posibilidad de participar en la decisiones: Si no trabaja no decide, y no puede hacer uso del resultado del trabajo comunitario»
«El trabajo colectivo es columna vertebral en tanto es obligación ética y en tanto habilita la decisión»
«Nadie puede usar el camino sino ha trabajado, nadie puede usar el agua si no ha trabajado y eso corre también para las minas. Entonces el trabajo comunitario también es articulador de la defensa de los bienes comunes, en tanto si una empresa llega no puede hacer uso de los bienes comunes, en tanto no ha trabajado»
Interrumpir la totalización del Estado absorbiéndolo
«En Guatemala hay una tensión entre lo público y lo comunitario, porque no funciona de la misma manera. Primero porque lo público lo tutelarían algunas instituciones estatales y lo comunal lo dirigen las asambleas y autoridades comunales. Hay una clara distinción entre el sistema comunal y el sistema estatal. Yo utilizo categorías de otros investigadores como la noción de abigarramiento (Zavaleta): del funcionamiento de dobles o triples registros en un mismo espacio. Aunque estemos en el mismo país existen por lo menos dos fuerzas en cada uno de los pueblos indígenas y estas viven en tensión permanente»
«En términos históricos el Estado guatemalteco nunca se terminó de constituir. Y cuando llegan a las comunidades se encuentran con una especie de tela de araña que va impedir que se pueda totalizar. Hasta el fin de la guerra (1996) la presencia del Estado es militar y por instituciones educativas. Recién a partir de 1996 el Estado pretende incidir en los conflictos entre las comunidades, antes de ello las comunidades mantenían sus sistemas de justicia, herencias y resolución de conflictos. Las comunidades supieron conservar sus estructuras comunales a pesar de la presencia del Estado. En tensa relación. No niega al Estado, en algunos casos lo incorpora colocándolo en un lugar donde no puede estar por encima de las autoridades comunales, haciéndose de estructuras estatales existentes. Esas me parecen experiencias muy efectivas donde las comunidades pueden gestionar cierto financiamiento público que en apariencia lo decide un funcionario pero en términos comunales este funcionario hace parte del sistema de autoridades comunales, lo hacen uno más comiéndoselo. Esta es una vieja estrategia indígena de cómo lograron interrumpir la totalización del Estado, que no es confrontándolo sino absorbiéndolo»
Coincidencias entre luchas comunitarias y feministas
En las conversaciones de estas semanas Gladys encuentra dos coincidencias entre las luchas comunitarias y las feministas. La relación tensa y problemática con el Estado y la vieja izquierda vanguardista
«Una cosa que me llama la atención es unas estrategias compartida entre movimiento comunitario y movimiento de mujeres que conocí tanto aquí con Minervas como con Ni Una Menos en Argentina, en la relación con el Estado. Que si bien es problemática no está apelando a que el Estado resuelva los problemas»
«Por otro lado, una confrontación compartida con las tradicionales políticas de izquierda vanguardista, que en Guatemala creen que las comunidades no tienen un proyecto. Aquí también afloraban, le dicen a los colectivos de mujeres que todavía le faltan madurar, también nos dicen a las comunidades indígenas. Lo que me parecía alarmante es que los comentarios se parecían y venían enunciado por los mismos sujetos. Las luchas comunitarias como de las mujeres irrumpen en el mundo público pero su fuerza viene de un trastrocamiento del mundo de la reproducción.»