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Este es mi deseo

12 mayo, 2022

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@azurro_velluto

Este es mi deseo

¿Realmente deseamos? ¿Qué deseamos? ¿Nos animamos a decir lo que deseamos sin sentirnos juzgadxs? El deseo tiene muchas formas, este texto se centra en el deseo erótico. No quiero saber en la teoría como debo sentirme. Quiero problematizar si mis prácticas forman parte de lo que elijo desde mi placer o si más bien son más cercanas al placer de otros y entonces creo que es el mío propio.


El deseo siempre está ahí, vive en mí de una manera inevitable no lo puedo controlar.

Me habita desde antes que yo me de cuenta. No podemos hablar del deseo con libertad ya que en esta sociedad no hay lugar para eso.

Al parecer los vínculos sexoafectivos sólo son puertas para armar proyectos de vida juntxs. Comprar la casa, el auto, la carrera, lxs hijxs, mascotas. Pero nunca se piensa por el lado del placer, no podemos dejar de lado el tabú .

¿Realmente deseamos? ¿Qué deseamos?

¿Nos animamos a decir lo que deseamos sin sentirnos juzgadxs?

Creo que configuramos el placer sexual de acuerdo a lo que debemos, y muchas veces lo que nos debería gustar no va de la mano de lo que nos genera placer. En cuanto racionalizamos el deseo y lo ponemos en otro plano más del deber nos alejamos de eso y solo nos volvemos complacientes. 

El deseo tiene muchas formas, este texto se centra en el deseo erótico.

No es el único, ni el más importante; pero si es el más tabú de los deseos.

Ese deseo que nos venden no es el real, siempre está dirigido hacia el falo, y lo que deberíamos hacer para complacer a los varones, para cumplir cierto mandato social de la buena amante. Cuánto más nos acercamos a ese mandato de satisfacción más nos alejamos del nuestro.

Mi deseo no cabe en el porno, mi deseo tiene muchas formas, muchos sentidos.

El porno me limita, mostrando sólo una parte y muchísimas veces dejando por fuera cosas tan importantes para mí y para muchas. No considera las caricias como parte del placer, eso se vincula al amor e involucrar sentimientos, sin embargo las caricias en diferentes partes del cuerpo y no sólo en los lugares comunes generan un clima mucho más erótico que ir a los lugares comunes que nos muestra el porno. Esa falta de humanización que al parecer hay que tener para ser deseada, me genera muchísimo rechazo.

A su vez dudo de la inocencia de pensarlo así ya que esa forma deja afuera a muchas personas, pero principalmente a las mujeres. Deja por fuera su deseo, su placer o por el contrario lo mecaniza o peor aún lo presenta desde la humillación. Claro que en el deseo todo es permitido; tiene que ser consensuado y saben a lo que me refiero.

Por supuesto que una de las responsabilidades de esto es que sea un tabú, no poder hablar de esto libremente no nos ha permitido poder problematizar sus diferentes miradas. Las pocas veces que se logra poner en la mesa se trae desde un lugar reproductivo, como de otra época, y  aunque esta mirada es necesaria no nos es cercana y no nos invita a pensar nuestras prácticas como protagonistas de las mismas.

No quiero saber en la teoría como debo sentirme. Quiero problematizar si mis prácticas forman parte de lo que elijo desde mi placer o si más bien son más cercanas al placer de otros y entonces creo que es el mío propio. Porque hasta el deseo nos han querido cooptar, pero aunque tratan no lo logran del todo, me he visto muchas veces repitiendo mis supuestas fantasías para descubrir que no eran mías, eran de esa persona con la que había compartido.Esa es una de las maneras de anular las mías, de no recordar que me gustaba y que no.

Así fuimos repitiendo ese patrón de el sexo, todas en algún momento hemos fingido un orgasmo, de ahí sale el mal cogida. Ah, claro ¿vos coges mal y la culpa es mía? Por supuesto que no! Ahora que lo sabemos podemos dejar de complacer, dejar de fingir, rebelarnos.

Nos han vendido que nos tenían que dar placer. Nuestro deseo no cabe en ese patrón del porno. A mí siempre me pareció que eso sucedía en otra realidad, nunca me sentí identificada con esas prácticas sexuales. Nunca te acercas, no te identificas.

Porque claramente no está pensado para nosotras, sólo somos el medio para que ellos logren el suyo.

Pero al revés de lo que esperaban, en estos años descubrí la relación oculta que tenía con mi deseo, y es por ahí, ir por ahí. Es así que me encuentro a mi, me olvidó de ti, de tu manera puesta en mi.