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Las mujeres kurdas siempre hemos querido llegar a la montaña más lejana

13 marzo, 2023

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Joey L

Las mujeres kurdas siempre hemos querido llegar a la montaña más lejana

El Movimiento de Mujeres del Kurdistán, organizado de forma confederal en su territorio original desde 2005, propone una nueva agenda para debatir con mujeres de otros territorios a partir de este año hacia un futuro común: el confederalismo democrático mundial de mujeres.


Aunque el surgimiento de esta propuesta se basa en la experiencia autónoma del movimiento de mujeres kurdas desde la década de 1990 en Medio Oriente, la propuesta ha tomado múltiples raíces en dos conferencias que se celebraron en 2018 y 2022 en Alemania, donde se encuentran la población de la diáspora kurda y sus organizaciones sociales y políticas. La Primera Conferencia Internacional de Mujeres fue organizada por la red Mujeres tejiendo el futuro bajo el título “Revolution in the Making” en Frankfurt, 6-7 de octubre de 2018. Mas de 500 mujeres de diferentes etnias, religiones, geografías y organizaciones que participaron en esta conferencia discutieron la invitación de la KJK (Komalên Jinên Kurdistan, Comunidades de Mujeres del Kurdistán) que convocaba a las mujeres de la tierra para convertir el siglo XXI en la era de la revolución de las mujeres.

Decía la KJK: “El primer principio de la lucha de liberación de las mujeres es la organización. La libertad no puede ser posible sin organización. Es necesario transformar las protestas en una organización permanente. Las condiciones de este primer cuarto del siglo XXI y la actitud de las mujeres hacen que la lucha por la libertad sea un reto posible. Por lo tanto, debemos llevar nuestra lucha a un nivel superior. Debemos organizar nuestra oposición y organizar nuestra lucha contra el sistema antidemocrático, dictatorial y gobernante. Porque si nuestras luchas no se integran en una forma, no podremos cambiar lo suficiente. Sin embargo, ha llegado el momento de hacer realidad la revolución femenina y de convertir el siglo XXI en una época de libertad para las mujeres.”

La KJK en la misma invitación mencionaba su convicción que “las condiciones están más maduras que nunca”. Así en la resolución final de la conferencia se acordó organizar, entrelazar y crear red de organizaciones de mujeres por este objetivo. Sin embargo, pocos meses después todo el mundo vivió un encierro total por el Covid-19. Las condiciones que habían madurado en las oleadas de las luchas de mujeres de distintos partes del mundo recibieron una brutal carga de sexismo, misoginia y feminicidio bajo la pandemia. «Quedarse en casa» se convirtió en una política pública de violencia contra las mujeres a escala internacional y sirvió una vez más para someter a las mujeres a niveles de la explotación, miseria y muerte cada vez mayores. Incluso las organizaciones internacionales admiten que la violencia contra las mujeres ha alcanzado el nivel de epidemia. Según cifras oficiales, 81.000 mujeres y niñas fueron asesinadas en todo el mundo solo en primer año de la pandemia en 2020.

Por otro lado, una de las peores cosas que nos pasó en este proceso fue que perdimos los espacios de encuentro político y de diálogo. Los horizontes de lucha de los movimientos de mujeres, que estaban divididos por Estados dentro de la política nacional patriarcal y por mercados capitalistas, tuvieron que retirarse de las fronteras nacionales a las fronteras domésticas como consecuencia del aislamiento. En otras palabras, la búsqueda de un cambio-transformación a escala (pluri)nacional a pesar de ser insuficiente frente a la guerra patriarcal que vivíamos se redujo aún más a discusiones sobre cómo organizar la vida y el trabajo doméstico en el hogar; y ahora más con el trabajo a distancia. El sistema de dominación aprovechando de la pandemia, al percibir una amenaza existencial, ha librado una guerra total de agresión contra las mujeres.

Por lo tanto, como mujeres kurdas, consideramos que en la postpandemia es mucho más importante reconstruir y aumentar los espacios de diálogo y articulación entre las organizaciones anti patriarcales de las mujeres. Con este fin, los días 5 y 6 de noviembre del año pasado se celebró en Berlín la II Conferencia Internacional de nuestra red bajo el título «Nuestra Revolución: Liberar la vida» en Berlín, en la que participaron 700 delegadas de 50 países diferentes.

En una sala llena de colores, rostros, voces y bordados, mujeres antirracistas, antisexistas, antiimperialistas y descoloniales dieron sus palabras, hablaron de sus dolores, compartieron fuegos ancestrales, gritos y risas, y debatieron sobre cómo construir-tejer una lucha común de las mujeres desde diferentes resistencias muy particulares, pero contra el patriarcado. Subrayaron que necesitan organizaciones unidas y estratégicas, pero no jerárquicas y no centralizadas. Crear asociaciones múltiples, flexibles pero organizadas. Con la mayor autonomía de cada una, pero también en su responsabilidad ante el conjunto. Que reunan singularidades sin suprimirlas, recojan experiencias prácticas y teóricas en la organización y desarrollen perspectivas de lucha colectiva y que se refuercen mutuamente., de manera comunal y unitaria. Como decisión y voz colectiva de las mujeres, la propuesta de la KJK del Confederalismo Democrático Mundial de Mujeres se convirtió en una agenda concreta para destruir el patriarcado. En otras palabras, las mujeres que estaban en Berlín ese día decidieron llevar la lucha por la libertad y la igualdad de las mujeres contra el sistema y la mentalidad patriarcal a un nivel más sistemático, organizado, programático y estratégico.

La gran fuente para esta organización ha sido la memoria colectiva de las mujeres donde se esconden nuestros miles de años de vida, lucha y experiencias organizativas. Para descubrir esta memoria, para que emerja a la superficie y se convierta en el territorio real de nuestra organización, se propone una pedagogía democrática y colectiva de las mujeres, como la que practican las mujeres kurdas en la academia Jineolojî. Las academias del confederalismo democrático mundial de mujeres se piensan como parte de la autodefensa social y política de las mujeres.

Aún queda mucho para debatir, así que, en los próximos días, meses, años se van a encontrar con mujeres kurdas que les van a hablar de esta propuesta. Suena utópico, un objetivo muy grande, quizás les parezca imposible, o no sea una alternativa real, pero vamos a llegar a contarles, a escuchar qué piensan, qué piedra pueden mover, qué viento pueden ser. Pero creemos con nuestra experiencia y nuestro corazón que vamos a llegar a la montaña que se ve en el horizonte, porque las mujeres kurdas siempre hemos querido llegar a la montaña más lejos, más difícil. Aunque sólo sea para perder el miedo. Nosotras cuando empezamos a andar, nos dijimos: en algún momento estuvimos ahí y podemos estar otra vez. En resumen, un mundo no patriarcal es posible.


Originalmente publicada en desinformémonos