Uruguay

Frente al saqueo de la vida, tejemos cuidado, goce y rebeldía

6 marzo, 2023

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Tejido Feminista 8M Montevideo

Frente al saqueo de la vida, tejemos cuidado, goce y rebeldía

Somos marea que desborda! Un nuevo 8M juntas tomando las calles y acuerpándonos para construir las vidas que queremos. Somos deseo y rebelión! Somos marea feminista transformándolo todo!


¡Que el tiempo sea nuestro! 

Queremos que nuestros esfuerzos y energías dejen de ser fuente de riqueza para otros, que todos los trabajos sean para cuidar y sostener vidas dignas y gozosas. 

No queremos ser más malabaristas del reloj ni compensar con nuestro tiempo y nuestros cuerpos la falta de dinero. No queremos depender de los mercados, ni ser la variable de ajuste, ni que nos roben más horas de sueño. 

No aceptamos la idea mercantilista y capitalista que nos quiere convencer de que no servimos si no somos productivas/es para este sistema. Nuestras vidas no son un valor de cambio. Deseamos vejeces dignas, con autonomía y en comunidad.

Abortamos el mandato de la productividad. Deseamos tiempo para disfrutarnos, para compartir con nuestres hijes, amigues, vecines. Deseamos disponer de nosotraes mismas, de toda nuestra creatividad para seguir construyendo otros mundos posibles. 

Deseamos una educación que nos permita ser, crecer y devenir en lo insólito, a la que el aula le quede chica

Deseamos una educación feminista que interrogue las formas  de enseñar y aprender, que busque las fugas, las desobediencias, las transgresiones. Que cobije y haga lugar al despliegue de todos los cuerpos y emociones. Donde las incomodidades no sean vividas en soledad y podamos encontrarnos en complicidades insospechadas para fluir con otres.

Una educación que emerja de nuestra creatividad, deseos y necesidades, que no sea comprada a empresas, que no reduzca lo que somos y lo que hacemos a técnicas que nada tienen para aportarnos. Una educación que rechace el productivismo, el disciplinamiento, la medicalización de las niñeces y las adolescencias. 

Con educación sexual integral que cuestione la existencia de identidades sexuales rígidas e inmutables, que priorice el cuidado de sí y les otres. 

Una educación que pueda encender el erotismo del encuentro y la magia del pensar con otres. Una educación que tenga el vértigo de lo que aún no imaginamos y que pueda ser nombrada con las palabras que nos resta inventar.

Nuestra disidencia es política, nuestras identidades no son mercancía

Han intentado saquear nuestros nombres, nuestras identidades, han limitado nuestro goce y los espacios que habitamos. 

Tejemos espacios feministas en el que estamos presentes las diversas identidades y corporalidades, lesbianxs, travas, trans, no binaries existimos y resistimos a las violencias. 

Nuestros feminismos no son una cuota biológica, nuestras identidades no son mercancías. La disidencia es una práctica política no solo una identidad.  

¡Deseamos espacios feministas horizontales y abiertos, en los que nuestras identidades disidentes sean nombradas, nuestras luchas  estén presentes y nuestras voces sean escuchadas!

No estamos todaes, vivas y libres nos queremos 

Deseamos un mundo sin trata ni violencia, con niñeces libres y cuidadas. 

La violencia patriarcal presente en todos los espacios, el doméstico, el laboral, en los bailes, las universidades, el mundo sindical, cuenta con la protección del sistema judicial, policial, político y de los medios masivos.

La impunidad es expuesta en los tablados, en las violaciones grupales, en las sentencias y en la complicidad del poder con las redes de trata nacional y transnacional. 

Inventan leyes para poner en duda las voces de mujeres, madres y niñes que han denunciado las violencias más extremas. El sistema político y judicial  muestran su esencia adultocéntrica y patriarcal defensora de la familia nuclear heterosexual.

¡Les niñes no son propiedades!

Nuestros cuerpos feminizados, racializados, migrantes, no son un botín de guerra. 

Sabemos de nuestra potencia y nuestra capacidad para desnaturalizar sus discursos. Llevamos  tejidas en nuestros pasos a las y les que ya no están.  No contarán más con la complicidad de nuestro silencio, nuestro fuego sigue ardiendo.

No es sequía, es saqueo. Somos marea 

Somos interdependencia, trama y sostén con todo lo vivo. No subsistimos en soledad, nos necesitamos y nos deseamos. Queremos ambientes y territorios sanos. Aire limpio que permita volar y respirar en libertad. Deseamos ríos caudalosos, que nutran suelos, que den vida y alimentos. Queremos agua limpia, sana y accesible. No falta agua, la están robando. 

No necesitamos de megaproyectos para “salvar” una economía que no es la nuestra, mientras nuestros cuerpos-territorios enferman. La economía la vivimos día a día en nuestras casas, nuestros barrios, nuestras ollas. No queremos miles de edificios blancos, vacíos, impagables. Queremos ciudades para disfrutar y casas que sean hogar. 

Necesitamos proyectos de vida que recuperen saberes y memorias ancestrales, volver a la tierra, a sus cursos y arroyos, a las semillas atesoradas por manos de mujeres. Queremos pensar las tramas de la vida de forma integral, donde lo humano no sea el centro. Donde el fuego sea nuestro y encienda rebeliones. 

No estamos locaes, queremos otro mundo

Un mundo donde la salud no sea un negocio, ni nuestros cuerpos experimento. En el que nuestro bienestar no dependa de nuestro bolsillo, en el que la locura no sea un estigma que nos margine y se resigne al cuidado familiar o al aislamiento manicomial. 

La salud física y mental no depende de nuestra voluntad. No estamos enfermaes, nos enferman. Nadie puede estar sane en un mundo que pone la ganancia por delante de la vida. Para estar sanes necesitamos viviendas, alimentación, disfrute, descanso, ser tratadas sin violencia.

La mayoría de las prácticas que se hacen en nombre de nuestra salud nos alejan de la posibilidad de entrelazarnos y sostener nuestras redes de cuidado. Nos aislan, nos encierran, nos ordenan y jerarquizan.

Deseamos una salud integral que cuide de nuestros cuerpos y emociones. Que no reduzca las soluciones a pastillas y estigmatizaciones. Que no individualice nuestros malestares ni los invisibilice a favor de la productividad. Que cuide las infancias, las adolescencias y las vejeces.

Feminismo es quilombo

No vinimos solamente de los barcos. Somos afro, negraes, migrantes, mestizaes, llevamos sangre indígena, somos este y otros territorios.  

Nos saquearon tierras, cuerpas, palabras, memorias. Recuperamos la historia de las que no están, aprendemos con nossas ancestras.

Respetamos la tierra que habitamos, comprendemos que somos naturaleza, que alimento es cura, que los yuyos y rituales son importantes para nuestro ser.  Macumba es tambor, el tambor genera las magias suficientes para que las ancestras incorporem. Queremos el respeto a las religiones de matriz afro.

Devolvemos el significado a la palabra quilombo. Quilombo no es desorden, tampoco relajo. Quilombo es resistencia y aprendizaje comunitario. 

La cuerpa afro no es disfraz, basta de pintar la cara de negro. El carnaval es resistencia y  goce. Urge ser antirracista. La lucha contra el racismo es una lucha de todaes, ser antirracista significa repensar constantemente los privilegios. La blanquitud tiene que responsabilizarse.

Las canchas son de todas las niñeces

¡Queremos un deporte feminista, disidente y antipatriarcal! 

Deseamos un espacio deportivo habitable para todas las identidades y corporalidades. En el que participemos y disfrutemos todas las personas.  Queremos patios de escuelas donde los cuerpos de las niñeces no sean jerarquizados en el juego y el disfrute. 

Venimos a denunciar las injusticias en el acceso y la participación, la cosificación y sexualización de nuestros cuerpos, las situaciones de acoso y abuso constantes que atravesamos, la invisibilización de nuestras participaciones y trabajo en el ámbito deportivo y la exclusión de muches por razones de corporalidad e identidad disidente. 

Gozamos de practicar deporte entre nosotraes, disfrutar de nuestras corporalidades, de nuestros movimientos libres, queremos más deporte popular y disidente en todas las plazas. 

Por maternidades libres y gozosas

Recuperamos la memoria de aquellas que en su búsqueda por verdad y justicia, gestaron luchas de las que aprendimos que hay infinitas maneras de cuidar y ser cuidadas, que el miedo se supera en el encuentro con otres, fortaleciendo nuestras tramas de libertad.

Queremos maternar desde el deseo. Queremos poder elegir no ser madres. Luchamos por maternidades y crianzas libres, sin imposiciones ni mandatos patriarcales. Visibilizando las múltiples y contradictorias maternidades y crianzas.

Queremos compartir los momentos de alegría, pero también los de tristeza. Porque esta sociedad que nos controla y expone por malas madres, también nos aísla y nos pide que suframos en silencio. 

Deseamos maternar en entornos libres, tejiendo redes de cuidados que habiliten el goce.