América Latina

Renace

27 octubre, 2020

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Imagen Coordinadora Feminista 8M

Renace

Luego de que saliera por amplia mayoría el “Apruebo” para un nuevo proceso constitucional las calles de chile volvieron a ser de baile, luces y proyecciones. La plaza Dignidad estaba enmarcada con una proyección que dice “renace”. Aunque el plebiscito es por una asamblea constituyente, desde la Coordinadora Feminista 8M se nombra “proceso destituyente y constituyente”, porque impugna toda una herencia de impunidad y neoliberalismo, a la par que busca crear formas políticas nuevas.


Desde la coordinadora feminista se ha insistido en señalar que el proceso constituyente no empieza con la votación del 25 de octubre, sino el 18 de octubre de 2019 con el estallido de la revuelta, a la vez que recuerda que se trata de 40 años de lucha popular contra la Constitución de Pinochet. Las protagonistas de la revuelta reciente dicen que más allá de proceso seguirán colocando las demandas feministas, poniendo la vida de las mujeres y disidencias al centro del debate político. Dicen una y otra vez que no se trata de un cheque en blanco a los partidos que han profundizado la precarización, sino que es parte de la lucha por recuperar “la vida que nos deben”,  que la votación es parte de la lucha por decir basta a la vida precaria, a la violencia patriarcal, a las deudas agobiantes.

Como parte de la campaña de «saltar todos los torniquetes», además de la campaña previa realizaron una transmisión en vivo una vez cerradas las urnas para analizar lo que estaba sucediendo  desde la voz y perspectiva de feministas de todo el país, con las voces de dirigentas, vecinas, pobladoras, sindicalistas y luchadoras sociales de distintos territorios y tiempos (1). Las  feministas que participaron  de las luchas contra la dictadura de Pinochet dialogaron públicamete con las protagonistas de las luchas recientes y coincidían que hoy como ayer “las feministas vamos por todo”.

En las primeras horas posteriores frente a las declaraciones oficiales emitieron un comunicado en el que recordaban a las adolescentes que saltaron los primeros torniquetes que encendieron la chispa de la revuelta de octubre: “Piñera miente. El proceso constituyente empezó en las calles, con la primera estudiante secundaria saltando un torniquete y se ha desarrollado en la calle por más de un año en una revuelta popular histórica, mientras él nos declaraba la guerra. El proceso constituyente no se inició el 12 de noviembre con el llamado errático de un presidente al borde del abismo y tampoco celebrado entre gallos y medianoche en un acuerdo de espaldas a los pueblos”. 

Al igual que otras organizaciones sociales marcan que este plebiscito es uno de los procesos institucionales, con el que se disponen a terminar por fin la constitución heredada de la dictadura, pero que la lucha sigue en las calles, que aún queda sostener la lucha contra la impunidad histórica, la de los presos políticxs, las víctimas de trauma ocular y muertxs de la revuelta. En su comunicado llaman a no olvidar la impunidad actual: “Las feministas no olvidamos que este proceso ha costado la vida de muchos, los ojos de más. Este no es un gobierno comprometido con La Paz, la justicia y los derechos humanos. Todo lo contrario: es un gobierno que los viola sistémicamente. Es un gobierno con un 6% de aprobación salvado por los administradores de la miseria”.

Además Karina Nohales, una de sus voceras para este proceso ha señalado en entrevista el día posterior al plebiscito una primera síntisis de la jornada de plebiscito, recordando el protagonismo feminista: “Lo que vivimos ayer fue un triunfo popular, y no el triunfo de un lápiz y un papel como nos han querido hacer creer. Es la revuelta la que ha puesto fin a la constitución del tirano. Y nosotras desde el movimiento feminista hemos sido parte protagónica de ese proceso” (2)

Coinciden con las organizaciones sociales que indican que se trata de un  proceso lleno de trabas, que busca limitar la revuelta popular, a favor de los partidos políticos impugnados, y que por tanto se trata de una vez más saltar los torniquetes en este caso los que impiden que la Convención recoja los que la insurrección puso en las calles como demandas. En sus comunicados resaltan “la urgencia de desbordar un proceso que excede la cancha a la que nos quiere relegar la institución”. En los meses que siguen estarán luchando porque la conformación de los constituyentes no sea sólo con partidos políticos, que no haya veto de la participación de dirigentxs sociales y sindicales, que haya escaños reservados para participación efectiva para independientes. Además han señalado que se trata de saltar los torniquetes coloniales hacia la Asamblea constituyente, para que la misma sea Plurinacional. Exigen por ello que la Convención Constitucional tenga escaños reservados y paritarios para pueblos originarios. Queda además el debate abierto por cómo abordar el texto constitucional.

 

 

 

(1) Se puede acceder aquí a la grabación de la transmisión a cargo de Vicky Quevedo y Fernanda Villavicencio

(2)  Nota brindada en el programa  Mentiras Verdaderas, del canal chileno de Televisión La red